El artista Santiago Sierra, durante una proyección de su vídeo Los penetrados."Probablemente sea pornografía", reconoce
Le contaba hace un rato a una buena amiga, que la popularidad muere cuando el poder se acaba. Es lo que hay. A veces, incluso, tienes la impresión de que te has vuelto transparente y eso, sin duda, es una gracia que, cuando la superas, acaba hasta gustándote pues ya no tienes que afeitarte para ir a pasear a la Playa o, ni siquiera, te tienes que cambiar de ropa para acercarte a El Corte Inglés a comprar ese pan especial de hojaldre que te pirra. Te puedes dejar el pelo largo, ponerte camisas anchas cayendo por encima del pantalón y hasta te da igual que digan que te han visto con Juana la de la Asociación de Constructores por Alfonso El Sabio.
La Popularidad, del tamaño que sea, es efímera y laxante, eso sí, pero solo deja al descubierto, en las personas, el interés, el egoísmo y la falsa amistad. Un señuelo de las aves de la rapiña, en eso te conviertes y no es que seas para ellos un guaperas inalcanzable, es que tienes algo que les interesa, solo eso.
Quizás lo mas complicado sea saber prescindir de ella, de esa mala amiga la soberbia que, a veces, te embauca y te hace sentir mas importante de lo que eres, sin serlo. Todos tenemos esa falsa sensación de popularidad que, por muy pequeña que sea, te gusta abandonarla, pero nuca que te la quiten.
La Popularidad, del tamaño que sea, es efímera y laxante, eso sí, pero solo deja al descubierto, en las personas, el interés, el egoísmo y la falsa amistad. Un señuelo de las aves de la rapiña, en eso te conviertes y no es que seas para ellos un guaperas inalcanzable, es que tienes algo que les interesa, solo eso.
Quizás lo mas complicado sea saber prescindir de ella, de esa mala amiga la soberbia que, a veces, te embauca y te hace sentir mas importante de lo que eres, sin serlo. Todos tenemos esa falsa sensación de popularidad que, por muy pequeña que sea, te gusta abandonarla, pero nuca que te la quiten.
Pero, ay, cuando escribes, y eso lo sabrán los que lo hacen a menudo, no puedes evitar que alguien se ponga encima de tu hombro a fisgar lo que escribes y … “No me seas zaborrero y deja ya de escribir tonterías”, me dice mi compañero de mesa, “si a ti solo te han conocido los de tu calle, Enrique, para que coño escribes esta tontería” ¿?
Pero como decía el lanzador de ese libro que me pirra, “Sostiene Pereira”: “ ...sin embargo sentía una gran nostalgia, de qué no podría decirlo, pero era una gran nostalgia de una vida pasada y de una vida futura, sostiene Pereira”.
Pero como decía el lanzador de ese libro que me pirra, “Sostiene Pereira”: “ ...sin embargo sentía una gran nostalgia, de qué no podría decirlo, pero era una gran nostalgia de una vida pasada y de una vida futura, sostiene Pereira”.
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Es cierto, siempre andamos teniendo nostalgia... De algo que pasó o de algo que nunca pasó y posiblemente nunca pase...
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Un abrazo-e fuerte, Ildefonso.
EliminarA tu primera frase yo añadiría lo que más abajo dices, que aparte de la popularidad hay algunas amistades que también mueren cuando ya no eres nadie. Te vuelves invisible. Es cierto que como humanos que somos se nos hace cuesta arriba prescindir de esa soberbia que nos hace creer que somos alguien cuando en realidad no somos nadie, pero ¿sabes qué? que ahora me "restauro" o me arreglo, llámalo como quieras, más que antes... Que estupenda te veo, me dicen algunos... Pues mira sí...Creo que sí, tomo medicamentos, les contesto...¿Cuales, alguna vitamina? No, aquellos que no están sometidos a patente alguna, pero de eficacia universal... El apoyo y el cariño de aquellos pocos que ahora merecen la pena.
ResponderEliminarUna frase que manifiesta una forma de ser, amiga Paz, la hago mía, como no: El apoyo y el cariño de aquellos pocos que ahora merecen la pena.
EliminarUn abrazo fuerte