08 octubre 2017
- Es terrible ver a la velocidad con que el reloj de los últimos años anda hurgando en las heridas que va dejando el implacable, el tiempo.
- Volver a la era juvenil es, por muy deseable que fuere, un imposible. Es mucho mejor acomodarse a saber vivir lo que falta aunque la idea se enrede, alguna vez, en la tenebrosa sensación de que algo se acaba.
- Nada como un domingo de los que ahora llaman venial y alocadamente, (esa dichosa juventud dorada), un día para no arrepentirse de nada, soltar al viento los esfínteres de los deseos y disfrutarlo como si el demonio nos hiciera cosquillas en la conciencia del pecado más cruel, es decir como si me tocara beberme la vida en unas horas.
- Me han dicho en la Misa de ocho, unas beatas con minifalda y taconazo del 7, que estaban a mi lado en la fila dos, que muchas lo hacen y no les pasa nada por ello ¿Será verdad? ... al fondo el cura nos hace un gesto de ... pssssss.
- No sé, por si acaso, yo no le diré nada de mis pecados a mi amado amante favorito cual es mi querido "Médico de Familia" ... pssssssssssss, no se os ocurra contarle nada ni a él, ni al cura, ni mucho menos a la beata del tercero, que luego todo se sabe.
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Ir en sexta velocidad o en otra más larga aún, aunque soy partidaria de no mirar tanto el reloj no sea que les pase como a los relojes buenos que son los que más fallan. Un domingo más, un día más o tal vez un día menos, que será lo más probable. ¿Vivir intensamente también?...sí, pero sin atragantarse. Feliz domingo.
ResponderEliminarYo creo, amiga Paz, que mi discurso de hoy es más bien un cúmulo de deseos pero apuntando a lo utópico ... se llega más lejos.
EliminarFeliz domingo
Hombre Enrique, no te hacia de misa, de bares sí, pero de misa no. Eres como Dios, estás en tos laos.
EliminarEn misa de ocho ?, Que fuerza de voluntad hace falta o que devocion mas sincera , no concuerda con el aviso a navegantes ni la critica velada a las señoritas del 17
ResponderEliminarNunca jamas se me ocurriO DECIRLE PECADO ALGUNO A señor Que se me pueda pervertir
La vida nos enseña a a nadar entre teas, amiga Griselda. Todo menos evitar el peligro.
EliminarFeliz domingo
No creas, Toni, me cuesta mucho trabajo estar en todo.
ResponderEliminarBesos