Historias de viejos ... los nietos, la Rosana, el chico salvavidas y los papás de los niños del terror

24 julio 2019

Historias de piscina y agua hasta el cuello, sin moverse y dándole a la húmeda sin parar y sin recato alguno ...

• Pepe se queja de que sus hijos no tienen compasión con ellos y les dejan a sus poco adorables nietos durante quince días y todo ello mientras ellos, (sus también adorables hijos) se van de crucero, pero María, su santa esposa, le dice que ellos, (sus hijos), se lo merecen, todo el año trabajando y ahora por quince días no vamos a decirles que no. Pepe insiste: "No me molesta que me dejen tres nietos, me molesta que nos dejen a tres monstruos maleducados que no hay quien los gobierne, además, no son sólo quince días en verano, son los cinco de Semana Santa, los cuatro del Puente de Mayo y los cuatro del Congreso de Médicos en Biarritz". Eres un gruñón, concluye María, además – prosigue - … ¿Qué les importa a esta gente nuestros problemas? 

• Rosana, una joven y explosiva nadadora, dice que hay gente muy guarra ... "¿No oléis a meados? ... luego nos dice a los más "jóvenes" que … deberían prohibir el baño a los viejos que ni se bañan al entrar y además se aflojan dentro de la piscina si no es que se les escapa ... peor que peor. 

• Marín, un madrileño de pro, del grupo de los jóvenes veteranos, jubilado desde hace cuatro días, dice que como las piscinas de Madrid no hay ninguna - "Allí sí se toman en serio lo del control sanitario del agua de la piscina y, ah, como te enganchen que te metes sin ducharte pueden expulsarte de la Comunidad de Propietarios. Madrid es otra cosa". Creo que después de Franco nadie había sido más "querido" en esa "roja" piscina ... creo, digo yo, que Marín tiene poco futuro en estas aguas. 

• El chico que hace las veces de Socorrista Piscinero nos dice, desde el borde de la piscina mostrando todo el abecedario muscular ... "Da gusto estar aquí mientras solo están ustedes" ... Claro - le digo yo - tu problema son los niños - y el muchacho tras un gesto de agradecimiento, al que sólo le ha faltado decir aquello de ... "me alegro de que me haga esa pregunta", me suelta a voz en grito ... "Noooooooo, mi problema son los padres, en cuanto le digo algo a sus salvajes criaturas se ponen como unas fieras contra mi" ... 

A veces veo a todos esos millones de seres veteranos, desconectados cruelmente de la Sociedad cultural y productiva en contra de su propia voluntad, que solo miran al cielo en busca de alguna verdad sobre su futuro inmediato y que sólo se preguntan ¿Cómo pueden ser tan estúpidos? ... ¿Exageraciones ... Mundo nuevo? ... no, cariño, no, lo que pasa es que nos hemos hecho viejitos y eso tiene su lugar, su espacio ... hay que acostumbrarse, eso viene siendo así desde que el mundo es mundo . ¡Qué horror! ¿Será cierto? ... yo aún sé sumar ... y contar que sé hacerlo ... y aún recuerdo lo de la contribución de los viejos senadores del Imperio Romano a su grandeza ... ¿Valdrá saberlo? ¿Valdrá pensarlo? ... seguramente no, claro, el mundo es, aún, humano … “Clamé al cielo y no me oyó” … eso parece que, mientras se ríen por dentro, dicen todos esos viejos veteranos mirando al cielo.

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