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14 septiembre 2019
No, seguramente, yo no sería capaz de vivir detrás de la cortina. Para eso hay que tener un valor que no tengo, ni creo que nunca vaya a tener. Vivir sin oler, sin tocar, sin oír, sin adentrarme en el mundo vivo, en las calles, en la naturaleza, no, no podría. Y Montse, como si me estuviera escuchando, se levantó, me abrazó por la espalda y me dijo al oído:
“Podrías, Enrique, podrías, te lo aseguro. Te aferras a la vida con lo que sea. Nadie te lo dice, es el instinto, es vida, una nueva vida, no es mucho, pero es mucho más que nada”
Esa tal Montse te conoce un montonazo.
ResponderEliminarAh, claro, ¿Y que hace un achica como tú en un sitio coo éste?
EliminarEres muy amable, Tracy, son coletazos que no admito "no dar".
Un abrazo