Los niños de Julio Cortázar
Recaída del ánimo y de la difícil versatilidad física. Descanso sin fecha de retorno.
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“Y me permito hacerles un ruego: si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que transmiten mi libros, por favor créanselos. Créanselos porque me las he inventado”. (Final del discurso de Ana María Matute al recibir el Premio Cervantes 2010)
Abrazo grande Enrique!
ResponderEliminarA vivir como el niño de la foto que hace burla a la cámara
Gracias Frodo, eso haré. Un abrazo
EliminarAcabo de comentar en otro blog que sentir es vivir, aquí añado que sentir pena, miedo, angustia, dolor, alegría, emoción, simpatía... la vida es así un ramillete de sentimientos y cada día toca uno.
ResponderEliminarContra el desánimo: acción.
BEsis.
Gracias Manuela. No es desánimo, ni pena, ni dolor, solo es afrontar la realidad lo que puedo hacer ahora.
EliminarUn abrazo muy fuerte
Te mando mucho ánimo y fuerza para afrontar la realidad por dura que sea Enrique.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias Conchi, un abrazo.
EliminarEstas bien querido deciselo a tu mente a diario no te entregues aqui siempre estoy con vos
ResponderEliminarGracias querida amiga Mucha ... eres un sol.
EliminarUn abrazo muy fuerte