27 diciembre 2019
- No era un sueño o eso me pareció pues cuando abrí los ojos me parecía seguir estando allí, con Ellos, con todos Ellos, no faltaba nadie, era como un gran cuadro de Goya pero en blanco y negro.
- Olía a tortilla, a pan con tomate, a chuletas a la brasa, a vino de Alella y ruido, sí, mucho ruido de chavales de mi edad, bueno, parecían más mayores que yo, pero me daba igual, hasta ese ruido me parecía bien, sí, como el coro de la misa de doce del domingo en la Parroquia de la Travesera de Gracia.
- De pronto una voz grave que surgía de alguien a mi espalda, me preguntó: ¿Niño, tú que haces aquí? ¿No sabes que tú ya no eres de este tiempo?
- No supe qué contestarle ... aunque, eso sí, me quedé con las ganas de decirle: ¿Y tú quién eres para echarme de este cuento?
- Y me fui al baño, tras darme un buen golpe de tibia contra la esquina de la cama, que me volvió a este tiempo, pero no sin antes preguntarme que quién sería el dueño de sa voz que surgió de la espalda de los tiempos, de mis tiempos ... ¿Sería yo mismo? - pensé.
