01 abril 2020
- La Pandemia que nos está arrasando la moral y la vida de muchos, nos confina y nos obliga a cambiar de costumbres, de enemigo y la procedencia del miedo.
- Juan me escribe-e desde su destierro en la Córdoba de su alma, para decirme que se había hecho imprimir en una camiseta, que compró a través de Amazon, "No soy mayor de setenta y no tengo ninguna dolencia". Lo había hecho con la intención de que si se lo llevaban al hospital con síntomas del "Corona asesino" no lo mandaran directamente al panteón. Pero resulta que anoche se enteró que en los Hospitales a los enfermos que llegan con síntomas y son mayores de sesenta y cinco, no los mandan a la UCI, no, los mandan al pasillo de urgencias, sentado o tumbado en el suelo, para darle cama cuando alguno de los de la planta habilitada al uso la palme y allí darle tratamiento con paliativos. Resulta, pues y como temíamos todos, que ya se está haciendo la selección con criterios de supervivencia de guerra.
- Leo en un periódico que con la Pandemia se crean nuevos modelos de empleo cuales son la de repartidores de casi todo. Reparten pedidos de los supermercados y de cualquier tienda on-line. También se contrata a personal para preparar esos mismos pedidos. Bien, pienso yo que siempre habrá algo por descubrir y a lo mejor de eso aprendemos para el futuro.
- Antonio me escribe para decirme que su Loli, que ya tose y tiene fiebre, le ha dicho que no llama a ningún hospital pues a sus setenta y cuatro años prefiere morir en casa, pues sabe que en el hospital la van a dar de lado o no la van a coger. De nada le ha servido a Antonio intentar convencerla y ha decidido hacerle caso y esperar su suerte.
- Arturo, mi Arturo, me escribe-e, para decirme que ha tenido un serio altercado con el guardia del hospital, cuando le han dicho que su hermano con setenta y siete años, con síntomas del virus pandémico, se tiene que ir a su casa y tomar paracetamol pues no hay "camas para tanta gente" y que la selección se hace por edad. Arturo ha dicho que volvería con su arma reglamentaria y les explicaría quien puede y no puede entrar en la UCI. Acabó en Comisaría.
- Leo que "Educación anima a iluminar los balcones de azul el jueves a las 21.00 horas por los niños con autismo", y yo ... yo me he ido a mi rincón a llorar de emoción recordando que ...
- Leo, también, que, no se si contentos, pero: "Confinados en un camping por el coronavirus: el día a día de decenas de extranjeros en Benidorm". A muchos de los que hayan podido leer esta noticia en cualquier parte del mundo, les hubiera encantado esa suerte.
- Terminando mis lecturas en el periódico oficial de La Terreta, y para que veamos la paranoia reinante en la gente confinada, me quedo con ... "Enfermera de Urgencias en el servicio de ambulancias del SAMU, Noelia García, ratifica en el traslado diario de pacientes a hospitales de la provincia que los hay que temen decir que han dado positivo en Covid-19, por el qué dirán de los vecinos, y que no se hacen a la idea de lo peligroso que es callarse para el contagio."
- Por último y para demostrar que la realidad no está reñida con la ficción, recordaré aquí esa enorme frase del Gran Pablo Neruda: "Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera"
