29 mayo, 2020 por
Fotografía de Brassaï
29 mayo 2020
– Me asomé a la ventana de uno de mis sueños y vi a un hombre que bajándose de su bicicleta se puso a observar impertérrito, sin apenas moverse, fijamente, una de las paredes del edificio de su vida.
– En la pared no había nada que ver, pero el hombre seguía ahí. Note que, de un modo casi imperceptible, empezó a baear mientras una esbozada sonrisa cambiaba su faz.
– Decidí acercarme. Lo hice sin saber aún ahora como pude hacerlo, y le pregunté: ¿Qué está usted observando tan maravillado y con tanta fijación?
– Sin moverse, sin mirarme siquiera, me contestó: Veo la belleza, la de una vida vivida sin descuido, con pasión y un pleno de aventuras que contar.
– ¿Es su vida? – le pregunté.
– No, es la tuya – me contestó.
– Entonces el hombre, poco a poco, volvió la cabeza y me di cuenta que tenía la misma cara que veo todas las mañanas en el cruel espejo de mi baño. Sonreía y sus ojos brillaban como dos luceros, alargué el brazo para tocarlo y de golpe desapareció mientras su enorme bicicleta se caía ante mí, provocando un tremendo estruendo …
Conversaciones de tú a tú, las llamaría yo.
ResponderEliminarEso creo yo, querida Tracy. No sé. Esta noche volveré al mismo sitio a ver si lo veo otra vez.
EliminarQue ilusión, Enrique recuperarte. Te había perdido la pista.
ResponderEliminarMágica esa prosa poética tuya cuando describes la vida cotidiana.
Miradas hacía dentro de uno mismo.
Abrazos.
Hola Maripaz. Ando un poco de lado y me cuesta mucho centrarme en las cuestiones de agenda y aunque ando muy encerrado en casa desde el 12 de marzo, (80 días ya), tengo mucho trabajo de recuperación que me cuesta asumir pero no hay otra pues la atrofia avanza sin piedad. Peroe stoy bien, solo un poco ocupado y algo cabreado con esta pandemia que, como digo a todos mis amigos, podrían haberla planteado dentro de unos 10 o quince años.
EliminarUn abrazo muy fuerte y me alegra mucho saber de ti. Ahora mismo me doy un salto hasta tu escenario.