21 junio 2022
- No suelo reproducir aquí ninguno de mis artículos publicados en algunas redes sociales, de las que, hoy, tan solo son dos, (Twitter y LinkedIn), pero hoy y para poderlo tener aquí por si me doy de baja, también, de alguna de esas dos redes por las que aún pululo, dejaré un artículo salido del alma profesional que aún pervive en mí y que hoy mismo he publicado en LinkedIn:
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Vaya si es una sorpresa en su caminar profesional. Personalmente, lo asimilaba a profesiones distantes del campo e la construcción, Enrique, pero lo más relevante es que era un trabajo propio de su gusto y quehacer. Y sentirse bien, saber escoger el campo de labor profesional es importante. Quizás muchos, por necesidad, por falta de espacio laboral, trabajen en actividades distantes de la estudiada. En mi caso siempre deseé estar al frente de una Biblioteca, y gracias a un premio literario, entré a dirigirla. Y vaya problema con las redes. Esta no es que funcione muy bien. Un abrazo y mi aprecio.
ResponderEliminarCarlos
Gracias, Carlos A., por tu comentario y por tu aprecio.
EliminarEl pragmatismo que se supone en mi actividad profesional nunca fue del máximo extremo y por otra parte, adoré a mi Madre porque Ella me enseñó a amar la escritura y la lectura desde muy pequeño. Siempre escribí, fue mi vocación complementaria.
Un abrazo muy fuerte
Hola, Enrique
ResponderEliminarMe alegra muchísimo que hayas sido feliz en el desarrollo de tu profesión, que te hayas enamorado de ella y la recuerdes con afecto. Mil gracias por el consejo; en verdad, si no amáramos el trabajo que hagamos, la vida fuera más difícil.
Francamente creí que eras un académico.
Un fuerte abrazo.
Gracias Rud, agradezco tu comentario. No soy académico pero si fue conferenciante durante varios años y puse poesía a muchos artículos sobre la ingeniería de la construcción y de la promoción inmobiliaria de viviendas. Siempre me gustó escribir y aún más, estudiar sobre la pureza del idioma español y sus acepciones. Lo aprendí de mi Madre y ahora que tengo tiempo, puedo dedicarme a lo que siempre me ha gustado, con tranquilidad.
EliminarGracias Rud y espero que no haya sido una decepción saberme un enamorado profesional del mundo de la construcción.
Que emocion esto que nos cuentas!!!!Y entiendo perfectamente que se te ponga la piel de gallina como decimos por aqui, porque cuando pasa el tiempo y de alguna manera nos situamos frente a algo/ alguien/ en lo que tuvimos incidencia , no podemos sino sentirnos orgullosos . A mi me sucede todo el tiempo con la profesion docente, y tal como tú dices, cuando hemos puesto amor en ese trabajo " se nota, se pone de manifiesto". Tambien es cierto que cuando se ama el trabajo que se realiza no se siente como una carga, aunque tenga sus dificultades y por supuesto nos pueda generar el cansacio lógico de la jornada, pero al otro día se retoma con ganas y con una sonrisa. Excelente tu texto!Es crucial que los jovenes entiendan que no deben elegir aquello que les genera mas dinero, sino aquello que les da mas placer.. Como siempre.. hoy una magnifica enseñanza. Besosssssss y bonito día
ResponderEliminarGracias, querida Eli, has resumido perfectamente el fondo de mi mensaje con tu acertado comentario. Nunca fui tan feliz, trabajando, y ahora recordándolo. Ahora, desde otra perspectiva, más tranquilo, me doy cuenta, no obstante, que perdí parte de vida con mi familia dados mis constantes viajes. Ahora, sin duda, me estoy recuperando de aquellos tiempos no utilizados.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Realmente hay que hacer lo que a uno le gusta y tú por lo que escribes, se ve que estás satisfecho y eso no tiene precio.
ResponderEliminarEso es, amiga Tracy, ya sabes cual es la opinión de la felicidad que siempre me trasladó mi Madre: Lo más importante no es ser feliz, lo más importante es creérselo".
EliminarEs que uno debe amar lo que hace y hacer con fe perseverancia y trabajo. Te mando un beso.
ResponderEliminarSencillo, pero, al parecer, cuando voy a algún servicio público, especialmente los del Estado, viendo como me atienden y/o como trabajan los que allí están, pienso que no todo el mundop es feliz con lo que "trabaja".
EliminarUn abrazo, escritora.
Entiendo lo que dices perfectamente. Yo he trabajado muchísimo, pero siempre, a todo el que me preguntaba siempre respondía: no tengo mérito ninguno, me encanta mi profesión.
ResponderEliminarSAludos.
Eso es exactamente lo mismo que pienso yo, Manuela. El trabajo es muy agradecido, habitualmente te devuelve todo lo que le das y mucho más.
EliminarUn abrazo.
Cómo te comprendo Enrique. He tenido la suerte de al igual que tú amar mi profesión y es una gran fortuna, pues cada vez menos personas pueden decir lo mismo.
ResponderEliminarFeliz verano. Un abrazo.
Muy cierto, Mara, es una pena, los valores andan en otras direcciones en las que nosotros nos iniciamos.
EliminarUn abrazo
Magnifico el modo en que nos hablas de tu vida... Una suerte poder hacer lo que uno ama. No siempre sucede asi. Y menos en estos tiempos que corren.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Sí, Ildefonso, hoy no sé si sería posible.
EliminarUn abrazo.
Cierto amigo, el alma profesional pervive. Siempre y cuando se haya dado esa satisfacción, esa pasión que expresas por el trabajo realizado.
ResponderEliminarTú en el 69. Yo, sin profesión definida, en el 64 entré como dependiente en El Corte Inglés. Salí en el 72. Y en el 73, tiendas propias de alfombras. Moda. Otros trabajos de ventas, etc.
Hoy pensionista desde hace años y... Junto a mi esposa gestionamos varios alquileres de pisos y vendemos los de otros.
Que a día de hoy se esté entretenido en lo que has hecho siempre, ventas, gestión, relaciones públicas, etc., ¡un placer!
Fuerte abrazo Enrique. Es satisfactoria la recomendación que das de "enamorarse" de la profesión que se escoja.
Yo en el 69 tenía veinte años, la carrera terminada y la mili (IPS) hecha y mis padres, trabajadores de a pie, de día y de noche sacando adelante a sus tres hijos, yo el más pequeño. Eran otros tiempos, Ernesto, entonces era fácil enamorarse dla profesión que quisieras, hoy no sé si sería posible hacer lo que hicimos.
EliminarUn abrazo de San Juan, muy fuerte, muy cálido.