22 enero 2023
- Mi amigo Rafa me decía anoche, a través de su wasap, que a él le costaba dormirse y por eso se acostaba muy tarde. Me decía: "Problema: Me acuesto tarde (a eso de la una o las dos) y me quedo con los ojos abiertos en la cama, como muerto. Curiosamente, al día siguiente, esperando que luzcan los primeros rayos de sol por las rendijas de la mal cerrada persiana de mi dormitorio, no me quiero levantar y no es que tenga sueño, no, es que no tengo motivos que me impulsen a ello (a levantarme). Me levanto a las doce, me tomo el vermú de martini con papas fritas y me quedo frito en el sofá hasta casi la hora de cenar. Ceno y me pongo delante del televisor hasta la una o las dos y como tengo la suerte de estar casi sordo, me parece soportable y cuando me aburro, me acuesto."
- Julián me manda un correo-e (él sigue con el correo-e ignorando el wasap o cualquier otro medio de comunicación) en el que me contaba que su vida era un "sinvivir", solo algún domingo de cada dos su hija se acercaba a verlo a la hora de comer y le traía los tres nietos para que los viera y jugara con ellos. Se quedaban todos a comer, es decir, pedían pizzas o comida china por internet, pero a las seis se marchaban pues los niños tenían que hacer los deberes para llevarlos al día siguiente al colegio.
- Un día a la semana quedo temprano con ellos (sobre las ocho y media), para tomar café en el Ateneo. Hablamos, reímos y las horas nos pasan volando. A las doce menos cuarto les digo que tengo que irme a casa pues a las doce comemos en casa. Se disgustan un poco, y aunque yo me voy, ellos se quedan allí en manos de la Loli a la que he pedido que les siga escuchando.
- Soledad, distancia, abandono. ¿Cuál es su mal? Quizás los tres lo sean y que no sean nuevos, son viejos y multiplicados males que se repiten sin que, seguramente, nos demos cuenta, generación tras generación.
- Dicen que el principio de la curación que aplican los médicos es escuchar al paciente ... quizás ese tratamiento, para aplicarlo, no hace falta que quien lo practique sea, necesariamente, médico.
- Para concluir, diré que he recibido una cita de Kafka a través del wasap, donde otro amigo me preguntaba si yo podía interpretar tal cita: “Todos los errores humanos son fruto de la impaciencia. Interrupción prematura de un proceso ordenado, obstáculo artificial levantado alrededor de una realidad artificial”. No supe, no quise, contestarle.
Cuatro de mis mejores refugios
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DE impaciencia está colmado el mundo, entrado los años de angustia imprecisa, o temor a los años que como decía un amigo muy gráfico, nos ponen al borde de la minifalda, del hoyo.. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarAl borde la minifalda del hoyo. Una frase para guardar e interpretar, amigo Carlos.
EliminarFeliz domingo
Disfrutar de las buenas compañías: el elixir de la vida. Como cualquier elixir que se precie, concentrado y sublime. Es difícil no sucumbir a la impaciencia de su anunciada y próxima llegada. Un abrazo, Enrique.
ResponderEliminarAsí parece, amigo mimarzgz, historeias y pensamientos que se repiten, día a día, generación tras generación. No cambia la idea, cambian las formas.
EliminarUn abrazo y bienvenido, viejo amigo.
Desde luego que las conversaciones que tenéis a altas horas de la madrugada....
ResponderEliminarAy, Tracy, como decía mi santa suegra (que hoy cumpliría 109 años), "solo te cuento la mitad"
EliminarA veces solo necesitamos escuchar y dar amor. Te mando un beso.
ResponderEliminarSí, eso es, parece fácil, Judit.
EliminarUn abrazo, escritora.
Dejando la reflexión de Kafka a un lado, sin quitarle razón a eso de "...obstáculo artificial levantado alrededor de una realidad artificial”.", me quedo hoy con tu reflexión sobre la soledad, la distancia y el abandono...
ResponderEliminarRafa y Julián son dos muestras de una realidad dentro de las miles de realidades que "acechan" a la persona que, generalmente al traspasar cierta edad, ve como su vida cambia inexorablemente...
No es tu caso, no es el mío, no es el de millones de personas. Pero estar está!... ¡Individualmente!
Es una experiencia que, si bien abunda, y puede que se extienda, se vive "individualmente".
Me viene al pensamiento mis tres abuelos, con los que conviví de niño, mi madre, mi padre, cien años. Casado por segunda vez a los 85...
No, no percibo soledad en ellos, y menos abandono. Creo que vivieron sus últimos años, con la amplitud que quiera abarcar eso de "sus últimos", con la naturalidad de sus circunstancias. Cada quien las suyas.
¡Tal cual tú y yo hoy, amigo Enrique!
Fuerte abrazo.
Cuánta razón tienes, amigo Ernesto. Lo cierto es que no intento generalizar, solo que se conozca que esas personas existen y muchas, quizás demasiadas, veces no nos damos cuenta de ello. Solo eso.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
La soledad parece ser el peaje final antes de abandonar el mundo.
ResponderEliminarTanto es así que ya hay campañas institucionales para intentar mitigarla.
En Suecia, donde gran parte de la población vive sola, una función de la policía es hacer "controles de vida" en personas mayores porque muchos mueren y nadie se da cuenta ni los echa de menos.
Hacia ahí vamos.
Cruel, tanto como la vida misma cuando se acaba, amigo TS.
EliminarUn abrazo y... recemos.