20 marzo 2023
- Me fui al Parlamento del Mar, al que hay justo frente a mi Playa. No me atreví a sentarme en la arena, ni a mojarme los pies como solía hacer hasta hace muy pocos años.
- Parece que el calendario sigue empeñado en mandar mensajes que nada tienen que ver con la intención, pero sí mucho con la intratable realidad, como la de la peonza al rato de andar bailando al son del guion que ofrece nuestra admiración
- Allí me hice fuerte, hablé lo que quise, rendí cuentas ante Él, como si ante el mismo cura de mis amores se tratara, no me arrepentí de nada y de todo, busqué calor, lloré emociones que ya no recuerdo - ni olvido - me sentía libre, como él, (como el mar)
- Busqué refugio (como hago demasiadas veces), en su inmensidad, intentando encontrar respuestas a mis muchos "porqués" ... nada nuevo, nada tangible, sabía y sé que la gran ola acecha, ahí está, hoy vive dormida, suspendida en ese letargo que sólo el sentirte querido puede hacerte olvidar su fuerza.
- Ese jolgórico, aunque admirable "versario" que ofrece esa sorprendente nueva canción del Marc Anthony ... "Pallá voy", puesta en el transistor de mi innombrable compañero de hoy frente al Mar de mares, el cual, caña de pesca clavada en la arena, pasa el día al sol, mirando al bello horizonte marino, con la única compañía de su petaca de Anís Tenis y sus recuerdos, sus felices vivencias junto a "nosequién" y su machada de subirse al podio de las Gogó Girls de aquel inolvidable "Il Paradiso" de los 70 cuando era la discoteca de moda de La Playa de mis recuerdos y mis vivencias más sensibles. A él, a mi amigo de estancia marina, hoy, le importa un excremento seglar (sic), lo que le diga el mundo sobre lo que él debiera hacer con su vida ... decidió ser libre, viudo y sin hijos renunció a su vida profesional a los 64 y ahí está, hablando con el mar como un loco más de los que solemos hacerlo.
- Lo más sorprendente, emocionante y perversamente tangible de esta madrugada, sucedió cuando mi Párroco, mi cura de mis entretelas - me da dos golpes de duros y huesudos dedos en mi hombro y me sorprende en mi acto más íntimo, sí - en el de la infidelidad confesional, al estarlo haciendo ante el sueño de los sueños, ante mi Mar - y me dice ... "Enrique, no te arrepientas de nada ahora, en el momento, no, (empieza a sonreír), basta con hacerlo un segundo ante de morir ... esa es nuestra creencia y en la de ese Dios que nos protege ... pero, dime: ¿Te sientes capaz de dejar de estar ahí, dando el coñazo al líquido elemento marino y venirte conmigo al Ateneo de nuestros felices y pecadores amigos para cosechar nuevas almas para nuestra causa? ... ya llega la semana santa y hemos de llenar muchos espacios de culto y tú les puedes hacer creer que ganarán el cielo si nos ayudan?" ... y necesariamente, me convenció de inmediato ... yo soy como mi médico de Familia ... "Por si sí, soy capaz de estar en todos los frentes" ... todos los que den alegría de vivir por causa alguna ... pero suficiente.
- Luego, el mismo cura, en el camino, y muy contentillo todo él, me puso en el coche esa maravillosa canción de "Dejé de amar" y ... se hizo el milagro ... los dos estábamos cantando como posesos eso de ... "Descubro con tristeza, que ha cambiado mi pensar, y que soy un hombre solo, que ahora vive por vivir, que no encuentra el placer, ni en la caricia, ni en el beso, porque dejo de amar..."
Una conversación con nuestro Mediterráneo también la he tenido yo alguna vez, pero sin que viniera un cura tan divertido a sacarme de mi soliloquio. Tus relatos siempre tan divertidos Enrique. gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te lo agradezco, Conchi, sí, pues si con esto compenso, aún y con una pequeña parte, los enormes artículos que tú nos regalas en tu blog, me sentiré muy honrado.
EliminarFeliz noche.
Mis soliloquios transcurren entre agujas de coser, ganchillo y calceta. No estoy cualificada para olvidar y un gran amor llena mi vida.
ResponderEliminarUn beso.
Yo no ando entre agujas de coser, pero aprendí de hilos y de corte pues mi Madre era camisera, es decir, hacia camisas de hombre para determinadas camiserías de venta a medida y mi amor ya se puede decir que es eterno, estamos juntos desde el 56, lo de los Muñiz es solo una canción que em encanta, Ilduara. Lamento haberte dado tan tremendo disgusto. Discúlpame, a veces cantamos canciones (igual que cuando escribimos en cualquier parte) donde no es necesario que la letra de la canción sea cantada y/o escuchada en primera persona, ni obedeciendo a realidad próxima alguna.
EliminarDiscúlpame. Feliz tarde.
Perdona que insista, pero quiero añadirte que a mi me encanta todo lo de Pablo Milanés cuando sus historias son como son y nada tiene que ver su contenido (letra) conmigo, ni con mi vida.
EliminarSiempre me haces pensar y reír. Te mando un beso.
ResponderEliminarNo sabes como me alegro, amiga Judit.
EliminarFeliz martes, escritora (y buena cocinera)
Yo voy al mar a diario.
ResponderEliminarMe sienta bien.
Pienso, me relajo, siento, observo, escucho música y recargo pilas.
Saludos.
Coincidimos en esa labor, TS, aunque ahora, que mi movilidad es bastante escasa, ya me cuesta más acercarme a verlo todos los días.
EliminarUn abrazo, compañero.
Es absolutamente imposble que escribiendo como lo haces hayas dejado de amar tú ; )
ResponderEliminarComo a ti, tb para mi le mar es el curalotodo, solo un ratito frente a él, frente a su inmensidad y todo se relativiza. El cuerpo es solo un envoltorio que a veces, por desgracia imagino es tu caso, nos hace sufrir más de lo que merecemos, pero si la mente permanece agarrada al timón, como los buenos capitanes y no abandona el barco, todo es posible, aunque no lo parezca, así que ánimoooo!! los luchadores como tú, siempre se sobreponen a la realidad por dura que esta sea.
Me ha encantado tu escrito!
Un abrazo muy fuerte!!
Ay, María, como le acabo de escribir a Ilduara, mi amor ya se puede decir que es eterno, estamos juntos desde el 56, lo de los Muñiz es solo una canción que me encanta. Muchas veces cantamos canciones donde no obedece su letra o su título a realidad próxima alguna.
EliminarMe han emocionado esos ánimos que me mandas, María, te lo agradezco, no ando sobrado de ellos. Eres muy amable, gracias.
Feliz martes.
En el Parlamento del mar, hay más verdad que en el de las naciones.
ResponderEliminarTú mismo te sentías libre para dar rienda suelta a tus pensamientos, tus emociones, aún a pesar de esa ola que acecha provocadora y que solo el sentirte querido puede hacer olvidar su fuerza. Estoy segura de que el amor que te rodea, te lleve, a que ese vivir por vivir, no sea una realidad, pues nunca has dejado de amar.
Siempre es un placer leerte.
Abrazos.
Maripaz, así es, con todo soy muy feliz, me costó asimilar mi situación, pero haciendo balance de pros y contras, da positivo. Ah, las canciones son solo canciones y su título o su letra, nada personal, aunque la que he dejado aquí hoy sí tiene que ver con una muy buena amiga a la que adoramos.
EliminarFeliz tarde, Maripaz
Otra gran historia amigo. Es más que por la historia en sí, el como lo cuentas.
ResponderEliminar¡Me encanta!
Y, disculpándome por anticipado, debo decir que prefiero confesarme ante el mar, el bosque o la pradera antes que con un cura.
De nada me arrepiento amigo, no le he hecho daño a nadie así que...¿de qué podría arrepentirme?
Ni ahora n icon en el último suspiro
Fuerte abrazo
¡Feliz viernes y días por venir!
Mi cura favorito no consigue confesarme, sólo hablo con él y nos llevamos muy bien porque le hice unas obras en la Iglesia hace muchos años atrás y me está muy agradecido y por ello casi me perdona mi desacato al clericalismo. Estoy contigo: Para ser bueno y hacer el bien, no hace falta abrazar religión alguna, aunque tampoco me molesta que haya quien lo haga, pero me molestan, y mucho, los radicalismos.
EliminarVolviendo a tu comentario del inicio sólo puedo darte, como siempre, las gracias, eres muy amable, dulce Lu.
Ya tengo ganas de que sea viernes para leerte y para mi viernes la nuit, claro.
Un abrazo muy fuerte.