02 mayo 2023
- Esta madrugada me encontré con Arturo, un gran y famoso ICCP que se convirtió en el rey del cálculo de estructuras de la mayoría de los edificios del Levante Español en los años 70, 80 y 90.
- Tomamos café ... cuéntame, le dije (intento resumir):
- Fue cuando en mi primer trabajo, un jefe me dijo que "hay que fingir hasta que lo hagas". Y así aprendí la importancia de aparentar conocimiento aunque no tuviera idea.- Luego descubrí que los políticos hacen lo mismo, pero con más cinismo. Ahí entendí que la mentira es la moneda de cambio en el mundo laboral y, especialmente, en el profesional.- Pero lo más triste fue cuando me di cuenta que incluso en el retiro de toda actividad y con las hojas del calendario amarillentas, la inocencia perdida no se recupera, lo vi en mí y en mis circunstancias. Entendí que nada cambia, solo el tiempo y los actores.
- Dicho y escrito está, pero yo lo voy a repetir aquí: "A través de lo áspero se llega a las estrellas", aunque siempre sean las mismas y sin saber si el esfuerzo para llegar a ellas ha servido para mantener la identidad propia y las normas deontológicas por encima de los intereses perversos de la siempre oscura connivencia.
N: Creo que me estoy poniendo aburrido, muy aburrido
La inocencia perdida no vuelve jamás.
ResponderEliminarMás tarde o más pronto todos la perdemos.
Yo creo que ya de niño sospechaba que había mucha farsa en todas partes.
Saludos.
Así lo creo yo también, TS. Hay cosas que nunca vuelven y esa (la inocencia), nunca vuelve.
EliminarUn abrazo, compañero.
Hay quien no tiene inocencia ni de niños. Un beso
ResponderEliminarY cada vez más, Susana. El sistema educativo es cruelmente malo, negligente y creado desde la soberbia y la ignorancia.
EliminarEse es el futuro que nos espera salvo que la gente acabe votando para botarlos.
Feliz miércoles, Susana.
Conocí profesores de literatura española que no leyeron "El Quijote" y se servían de una aproximaciones a esta obra para explicarla. Mantenían que "El Quijote" estaba muy lejos de la realidad de sus alumnos. La verdadera realidad era que estaba lejos de su conocimiento.
ResponderEliminarAsí nos luce el pelo en este país. Sancho Panza acaba siendo un sabio sólo de prestar atención a la razón y sinrazón de Don Quijote. Hemos de aprender a escuchar a quienes tienen conocimientos. Todos tenemos más que suficiente con lo que ignoramos, no hemos de regocijarnos con ello.
Un beso.
Te noto grandes conocimientos de casi todo lo que comentas, Ilduara, eres un mirlo blanco. Da gusto leerte.
EliminarUn abrazo.
Es triste tener que hacer para seguir adelante una parte de nosotros muere con eso. Pero a veces no hay otra forma. Te mando un beso.
ResponderEliminarSomos como velas, Judit, para dar luz nos consumimos.
EliminarFeliz miércoles, escritora.
¿Crees que en el camino no perdemos algo?; yo creo que sí; y en la balanza tocará descubrir si fue demasiado.
ResponderEliminarNo sé donde lo he escrito, pero sí, claro que sí que perdemos, somos como una vela, Maia, que para dar luz nos consumimos. En cuanto al balance final del camino y te lo digo por experiencia, he conseguido que solo ponga en la balanza, lo bueno, de lo malo y mala vida, como la canción, "procuro olvidarla".
EliminarUn abrazo, Maia
Me temo que la conversación con tu amigo es un relato que se habla y, sobre todo, se practica en la sociedad actual. Los jóvenes se han ido acostumbrando a facilitarse las cosas usando la mentira y la desfachatez frente a los demás. Si algo aprendí de mi padre fue su absoluta creencia que para llegar a donde desees, debes caminar por el sendero que la vida te asignó. Si has de pisar piedras, pues se hace, porque al final el camino lo has limpiado con tu esfuerzo.
ResponderEliminarAbrazos Enrique.
Cuanta razón tenía tu Padre, Tatiana, muchos de los valores con que nos educaron se han olvidado, fidelidad, esfuerzo, disciplina, dignidad, valores, hoy por hoy, perdidos o muy minimizados.
EliminarFeliz viernes, Tatiana.