24 mayo 2023
- Me preguntaba un amigo del Ateneo (hoy casi inundado) si sabía que día era hoy. Al ver (mi amigo) que yo hacía cara de importarle una boñiga tan grande como una plasta de vaca el día que era hoy, concluyó con un... "eres un irreverente y poco instruido en las praxis de la Fe, Enrique, hoy es el día de María Auxiliadora". Mirando al cielo (lleva lloviendo dos días seguidos por aquí y sin parar, lo cual es como si nos hubiera tocado la lotería) me di cuanta que, seguramente, la Santa habría echado una mano y no esos nitratos que echan los aviones en el cielo para que se formen nubes y llueva.
- No fue lo peor, pero resbalé al salir de la frutería y tras un vacilante y emocionante tambaleo, caí sobre mis rodillas (otra vez) las cuales ya están más negras que mis pensamientos nocturnos. No obstante, valió la pena, pues las dos jóvenes fruteras me agarraron por debajo de los brazos (los míos) y trayéndome hacía sí me levantaron como si fuera un saco de patatas, dándome cuenta de la hermosa musculatura, pulmones y fuerza que ambas mostraron y demostraron con su gesta.
- Decía que, y con esto casi termino, lo peor sucedió en casa (una vez estaba recomponiendo y ordenando el "platerío" tras la comida) al abrir el grifo del fregadero y ¿a que no sabéis donde fue a parar el potente chorro que salió del grifo con una agua gélida como si fuera de Sierra Nevada? Pues sí, fue a parar a esa cuchara que siempre se queda con el cuenco hacia arriba y en eso (lo mejor) el rebote del gélido chorro se vino sobre mi gentil "pechamenta" y su camisa cubriente. Aún estoy temblando.
- Hoy, afotunadamente y como diría nuestro Ernesto, no he tenido un "escribir" con derrotes filosóficos, no, ya lo sé, por eso añadiré algo que leí anoche en mi vieja libreta de apuntes y que corresponde a la página de cosas que escribió Baudelaire, frase con un mensaje que admiro e intento practicar, a la cual le he añadido tres palabras intercaladas* en su texto, en señal de agradecimiento y protesta ante lo inevitable:
"Habría que añadir dos derechos a la lista de derechos del hombre: el derecho al desorden ordenado* y el derecho a marcharse sin* prisas*"
Cinco de mis mejores refugios
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El derecho al desorden me gusta. un beso
ResponderEliminarSí, Susana, esa es la mejor.
EliminarFeliz tarde
Tienes que usar suelas antideslizantes...
ResponderEliminarAbrazo amigo ☔🌈
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Tienes razón, Majo, no había caído en eso.
EliminarGracias.
No soporto el desorden.
ResponderEliminarDetermino un sitio para cada cosa y me molesta el caos. Mi mente necesita, para estar bien, armonía en el ambiente.
Un beso.
Yo tampoco, Ilduara, mi principal valor profesional era o eso decían las empresas que me contrataron, mi capacidad para organizar. No obstante, yo he tenido siempre mis cosas muy bien desorganizadas, es decir, yo sabía donde tenía todas ellas y no me gustaba (ni me gusta) que nadie me tocara o toque la mesa donde trabajo.
EliminarArmonía en el ambiente, me quedo con tu frase.
Gracias.
Desorden ordenado, ja ja. Mira, cada vez que limpio la pieza de mi hijo menor que ya pasa de los veintiuno y, le llamo la atención por su desorden. Él siempre me responde que tiene un desorden ordenado y, que sabe perfectamente donde están sus cosas...
ResponderEliminarReferente a tus caídas, más cuidado, que ya van dos.
Abrazos estimado Enrique
Gracias, Tatiana, tu hijo, un mártir (jajajajaja)
EliminarPrometo no caerme más.
Un abrazo.
No hace falta filosofar para que un escrito guste y resulte simpático y desenfadado.
ResponderEliminarTanta filosofía no debe ser muy bueno para la salud, 😀.
Las frases son dos derechos muy apetecibles, sin y con tus palabras añadidas.
Un placer la lectura Enrique.
Gracias, Elda, eres muy amable, siempre lo eres.
EliminarUn abrazo.
Uy que pena que te caíste de nuevo y te cayó el chorro de agua. a veces cuando la vo platos yo también me mojo. Te mando un beso.
ResponderEliminarLo que pasa, querida amiga Judit, es que, sguramente, me estaré haciendo mayor (jajajajaja).
EliminarFeliz jueves, escritora.
Ese desorden, adaptado a nuestro "orden" de las cosas, es buena cosa, amigo.
ResponderEliminarUn abrazo
Usted si que sabe, amigo Ildefonso, eso es.
EliminarUn abrazo, maestro.
Esas cucharas traviesas no merecen el perdón...
ResponderEliminarBien por las dos fruteras.
Saludos.
Esas cucharas han sido condenadas a un mes encerradas en el lavavajillas, TS. Es la única forma que aprenden a convivir con un madurito y veterano setentañero.
EliminarUn abrazo, compañero.
No es eso la entropía, que venga el desorden para ordenarlo, o al revés. UN abrazo. carlos
ResponderEliminarCreo que esos dos derechos no son necesarios escribirlos.
ResponderEliminarAl menos yo sé que los tengo y hago uso de ellos
¿Hay algo mejor que "el desorden ordenado"? No para mí. Y, como ya han dicho, en él encuentro cada cosa que necesito en el momento que sea.
Cuídate amigo, sobre todo de las cucharas y trata siempre de estar "al alcance" de las fruteras :) :)
Abrazo
¡Feliz viernes!