03 agosto 2023
- No sé si era lógico, ni posible, ni indispensable, pero me fui al Ateneo, al escenario de esas deseadas cafetulias de la madrugada.
- Pasados los primeros momentos del "holaquetalcomoestás" y lo gracioso que fue para mis veteranos amigos lo del cura-Párroco que anoche ya contó a todos que no estoy muerto, me fijé que, en la mesa del fondo, bajo el televisor, estaba la Loli consolando a Leonor.
- Me acerqué a la mesa donde estaban ambas (una vez pude deshacerme de las palmadas en la espalda de mis queridos amigos de veteranía), y pregunté con la mirada ... ¿¿??.
- La Loli (la barista más especial de todo el mundo playero), se levantó y, separándome de la mesa, me dice en voz baja:
"Está muy mal, Enrique, su hija le ha dicho que no puede estar pendiente de ella y le ha propuesto que ingrese en una Residencia de ancianos. Que ella (su hija), tiene derecho a la vida y que así ella (Leonor), estará más cuidada. Claro que lo que la ha matado es que su hija, de paso, le ha pedido que venda su casa de la Playa y que la del barrio de Salamanca, en Madrid, se la ponga en usufructo de por vida a su favor (al de la hija), pues le ha salido, a la hija, un trabajo en un despacho de abogados en la capital del reino y que entre el dinero que saque de la venta del piso de la Playa (el de Leonor), y algún ahorrillo que tiene su nuevo novio, que trabaja en una importante inmobiliaria, pueden remodelar el piso de Madrid (en el barrio de Salamanca), a su gusto y dejarlo acorde a los tiempos y amigos que tienen en sus relaciones sociales. También le ha dicho que no debe preocuparse de nada pues ya ha hablado con la Residencia de Ancianos de La Playa y que con lo que ella cobra de pensión, si no tiene extras, le cubre el coste de su estancia. Asimismo, le ha dicho, para rematarla, que si necesita algo ella estará a dos horas de AVE para ir a verla cualquier puente."
¿Cómo va a estar, Enrique?"
- Me senté (dejándome caer) ... estuve un buen rato oyendo a unos y a otros, pero no podía dejar de pensar en Leonor, en su hija y en su futuro inmediato. Cerré los ojos, creí estarme abrazando, besando mi suerte y sin embargo sentía un enorme vértigo ... ¿Por qué?
Cinco de mis mejores refugios
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Se perdió la vergúenza, los principios y la dignidad. Somos en cuanto tenemos, el fondo de inversión de los hijos, la nani de los nietos, la cocinera de la familia, la señora de la limpieza, el préstamo de las vacaciones y al final se avergüenzan de sus mayores, cuidan los perros y recogen sus excrementos, pero se niegan a limpiar un anciano.
ResponderEliminarMe da asco esta sociedad. Conozco un caso en que una madre después de criar a sus nietos desde el nacimiento hasta la adolescencia, vestirlos, calzarlos, mantenerlos, darle vivienda y pagar la comunidad de la misma, cuando ésta fue hospitalizada y tuvo que quedar ingresada el hijo dijo a sus hermanos que había que buscar una persona para que se ocupase de ella en el hospital. Es lo que hay. Las truchas se comen a las crías. Ahora las crías de los humanos devoran a sus progenitores.
Un beso.
Lo cierto, querida Ilduara, es que no todos los hijos actúan de esa manera, pero también es cierto que cada día hay más casos como el de Leonor. UN horror.
EliminarUn abrazo fuerte y mucho ánimo, tenemos que seguir en este laberinto.
Bueno, imagino la tristeza de Leonor. Y quiero creer que nada de lo que su hija le ha dicho hará. Es decir ni vender la casa de la playa ni poner a nombre de su hija la casa de Madrid.
ResponderEliminarEn todo caso podría alquilar la casa de la playa y -si es que no puede arreglarse por sí sola - mudarse a la residencia de gente mayor.
En lo que a mi respecta, pues yo misma le he dicho a mi hija que cuando me ponga muy "ñoña" no dude en llevarme a una Residencia. Eso sí, con muy buenas referencias y sus visitas constantes.
Abrazo ¡feliz noche de jueves y que tu viernes sea estupendo!
Gracias, Lu, deseemos que la vida de Leonor prosiga, aún y con tristeza, sin tener que lapidar sus pertenencias. No todos los hijos son igual, dulce Lu.
EliminarHoy ya es viernes y voy "darlo todo", jajajajajaja. Bailo sentado, pero me lo paso muy bien, charlando, haciendo fotos y "copeando".
Feliz viernes.
Cada día veo con más y más dolor que las personas mayores resultan un estorbo, algo así, como un mueble que debe acomodarse a los intereses de los hijos. Días atrás recuerdo haber leído el blog de Clarisa sobre una tribu de cultura masai en África , para ellos es motivo de orgullo cuidar de sus ancianos. Lo realizan con satisfacción y cariño No es una obligación, es una devuelta de mano. La sociedad actual ha perdido tanto el sentido del cariño, del deber fraternal. Todo es exigir derechos y olvidarse de los deberes. Todo gira en base al bien propio. El bienestar de los demás, no existe.
ResponderEliminarUn gran abrazo estimado Enrique.
Afortunadamente no todos los hijos actúan de la misma manera, Tatiana, pero la tendencia actual es esa, cada vez hay más casos como el de Leonor.
EliminarUn abrazo fuerte.
Pobre tu amiga la hija es una egoísta e inconsciente. Ojala ella no venda sus casas. Te mando un beso.
ResponderEliminarOjalá, Judit, bueno, yo no creo que lo haga, pero el disgusto lo tiene ya encima.
EliminarUn abrazo, escritora
Lo del vértigo lo puedo entender...
ResponderEliminarLa situación personal a ciertas edades, puede ser motivo de inquietud. Y si a ello le añadimos las informaciones casi diarias sobre residencias, apaga y vámonos!
Dicho lo cual, y sin negar la relevancia de casos como el que describes, la vida de todos no es igual para todos.
Las cosas suceden, pero no suceden a todos.
Abrazos Enrique.
Así es, Ernesto, no suceden a todos, afortunadamente, pero noto con solo mirar a mi alrededor, que estos "sucesos" van cruelmente "in crescendo".
EliminarVivamos el momento, de acuerdo con nuestras posibilidades querido amigo.
Feliz sábado.