Debe valorarse la opinión de los estúpidos: están en mayoría....

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Tiempos felices, pero otros mejores volverán

03 diciembre 2009: 

Últimamente me engancho a los comentarios de mi amigo y excompañero Jorge, el analista más pragmático y eficaz de todos cuantos he conocido. Los regala a sus seguidores en su FaceBook y aunque cuesta que lo haga, sus frases son pura esencia y no exenta, siempre, de una gran brillantez y crítica ácida.

Enamorado de él, (de su forma de ser), y de sus corbatas, hoy lo he hecho de su última frase, que es la que le da título a este post. Seguramente no será necesario que añada ninguna explicación.

Bastará con mirar , en todas las direcciones, en el Parlamento de nuestra Spain, escuchar a cualquier representante de la política más cercana sobre cómo se defiende de lo que le imputan, (pues quien no tiene un Concejal, un Conseller o un Diputado local metido en la mierda de la connivencia, de los trajes o del reparto de premios especiales), o esperar algo envuelto en inteligencia y/o utilidad cuando oímos a los “cultos” representantes de “lo Social”, (empresarios y sindicatos), pues justo entonces es cuando te sale la frase del post.

Para mayor INRI, alguien me cuenta que aquella que fue la mejor Promotora Inmobiliaria de nuestra Spain, sigue resolviendo sus asuntos del personal con prácticas mafiosas que para nada devuelven la vida a la salud profesional de todos aquellos que aún creemos en ese modelo, en el de ser fiel a un proyecto empresarial hasta el final, dejando nuestra sangre en, y para, ello.

Pero en la línea de siempre, y cuando me tranquilizo leyendo al Abuelonet o escuchando a Milanés, quiero creer que aunque la estupidez humana la convierte en razón de vida para esa multitud de mediocres que nada resuelven, salvo su ego y su bolsillo, su tiempo ya tiene final, es solo una cuestión pasajera, en nuestras manos está. 

No nos abandonemos, hagamos manifiestos de lo que sea o revolvamos nuestras tripas si nos hemos de aliar hasta con el demonio para ello, (es un decir), pero no dejemos que esta sociedad juvenil* que ahora mira con desprecio e indiferencia hacia su futuro deje de creer en él viendo cómo se comporta la sociedad del poder que los maneja, no lo consintamos ni dejemos de hacer algo para evitarlo, pero no dejemos que esos “estúpidos” se salgan con la suya.

*=Menores de 40

 

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