14 junio 2010
Treinta y dos – Eso es lo que respondo cuando me preguntan hoy, como cada día, ¿Cuanto te queda para jubilarte quasi definitivamente?. Todo eso lo digo con permiso del ZP que anda averiguando cada día, y cada noche, si puede cambiar la ley que me lo permite.
Hoy me he ido a relajarme tras un día como el de ayer, sin enanos pero agotador, pues no hay nada más cansado que el de abandonarte al ocio sin control dado el día tan horrible que se aventuraba, climatológicamente hablando.
Me he lanzado a darme una vuelta por la Avenida, mi café en Canela, y mi inevitable ratito de Banco al sol. Pero hoy, al sentarme en el banco, lo he hecho, sin darme cuenta, al lado de dos ancianos, pareja, que mostraban una estampa adorable. Él estaba con las piernas cruzadas y ella con la cabeza apoyada en su pecho, los dos vestidos de un blanco purísimo y parecían estar en otro mundo dada su impavidez. Sin darme cuenta, tampoco, el viejo me mira y me dice: “¿Le pasa algo?” – Intento reaccionar, pues mi mirada era insultante y poco usual en gente normal, pero era tanta mi admiración que así estaba, embelesado. De pronto y tragando saliva, le contesto: NO, claro que NO, estaba solo mirando, observando su estado - “¿Y eso?” – Pues me preguntaba en que lugar andaban viajando ustedes, pues eso me parecía al ver sus semblantes, le he dicho. El hombre, retira su afilada mirada de mis ojos, se queda mirando al frente, como ausente, y me dice: “Pues SI, estamos camino de La Gloria” – Les he dado un apretón, a cada uno, de mi mano en su brazo y me he marchado sin más, pensando en el mensaje que habrá querido trasladar el viejo con sus palabras.
Sencillamente PRESIOSO,,,,,,,,,,,no me atrevo a añadir nada.
ResponderEliminarP.D.El "CANELA" ya no es lo mismo desde que se jubilo "el Sevilla".
argy: De acuerdo con todo el contenido de tu comentario
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