jueves, 29 de julio de 2010

Una dulce y terapéutica mañana de autobuses



29 julio 2010

BMW-Fersan, San Juan, 09:30 h. "Tendrás que dejar el coche, Enrique, hay para rato" - "¿Le pido un taxi?" - No, gracias, mi mujer me ha dicho que ande. Y ahí, por chulo, ahí empieza mi aventura de hoy.

Me voy al hospital a buscar el 23 que me dejará en Luceros. Zas, mala suerte, me arrastro, pero no llego a tiempo, está saliendo uno y se me escapa pues me acuerdo de mi Santa: "Enrique, no corras y cuidado con los semáforos que entre la sordera y tus habilidades ....., no vayas a caerte"

Veinte minutos al sol con añadido folclore popular y al final me meto en el 23. La tarjeta me cobra dos veces por inexperto. Codazos para subir y los asientos copados como en el cine de los domingos. Pues nada, toca ir de pie. Los sentados son todos jóvenes, menos uno o dos ancianos de mi edad. Fotre, arranca y ya empieza la inesperada fisioterapia de hoy. Tirones giros a lo bestia y conducción deportiva hacen que tenga que agarrarme a dos barras como un mono y dale que te pego a mis musculitos mientras pienso que me voy a matar.

Lo peor: En el primer paro sube una mamá con dos niñas de 3 y 4 años, + -, y ante la sorpresa mia, nadie se levanta, al final uno de los ancianetes de mi edad se levanta entre proclamas de qué mierda de juventud tenemos y se queda a mi lado invitando a la joven mamá a que siente a sus niñas, pero lo que hace es sentarse ella. A continuación mi ya amigo, el abuelete, sigue soltando en voz alta y mirando de modo desafiante a los cómodos jovencitos, aquello tan oído de "vaya una mierda de juventud, ¿sabe usted como están las urgencias el domingo noche a las 3 de la mañana llena de niñatos de estos administrádoles la B12?" – Bueno hombre, no tema, no todos son así. Pues no ha parado ahí, me ha dado el viaje.

Lo mejor: El contacto con el mundo real y lo barato que resulta esta fisioterapia para mi.

Y ahora, antes de volver, dejo de emitir este móvil-post porque se me enfría el café que me estoy tomando en el Iruña de mis amores en Luceros. "En agosto cerramos ¿sabe? - Que pena, un café en Iruña es una gran compensación para tan largo viaje.

Feliz día a todo el mundo, mientras tanto yo ya estoy en ello.




4 comentarios:

  1. Bienvenido al mundo del peatón, jejeje. Pues has tenido relativa suerte, porque la línea 23 tiene un punto de inflexión que es precisamente el hospital. Alicante-Hospital, una maravilla (sobre todo desde que hicieron la avda de Denia nueva), Hospital-Mutxamel: un calvario. Y viceversa...

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  2. No se que se puede añadir a lo ya dicho sobre la falta de valores en nuestra sociedad que se ve reflejado en tantos hechos cotidianos. Suerte a tenido el anciano que áun no se ha levantado el "CANSADO" joven y no le ha mandado a la m*****.
    Cuanto hay que desaprender en está sociedad...

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  3. Cansados jóvenes, eran la mayoría. El caso es que ni se inmutan. Pensarán que ese ancianete estaba loco.

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  4. EKK: La verdad es que el 23 va a una velocidad exquisita, pero al volver con el 21 a la Playa, eso ya es otra historia que solo se define como de "lamentable"

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