La quimioterapia inmobiliaria, la crisis y la corrupción

26 octubre 2010

La crisis inmobiliaria estanca la corrupción.

Ese es el título de un poco noticiable, pero interesante, artículo de Fotocasa en el que quiere, fácilmente, darnos a entender que muerto el perro se acabó la rabia, es decir, no hay negocio inmobiliario que funcione, pues entonces se acabó la corrupción.

Hoy no es día para andar de muchas alegrías. Se ha iniciado la campaña preelectoral y, como esperándola, los partidos y los responsables de administrar la información confidencial en los juzgados hacia la prensa afín, de uno u otro color, se han puesto las pilas y han dado al play del ventilador del femers. Lo lamentable del asunto no es que saquen la basura que mueve la connivencia y/o las corruptelas al aire que respira el paciente pueblo en este momento, tan solo, lo peor es que este remolino solo se mantiene activo hasta el mismo momento en que se cierran las urnas.

No existe ningún interés político en descubrir al que delinque de la forma mas horrible que se puede hacer que no es otra que la del abuso de la confianza y el poder que se le da a un cargo público, solo existe un interés electoral y nada más. Una de las personas en las que aún creo hoy, como político, mi alcaldesa en este caso, mas por ella que por su color, se ha visto implicada en una fea y preocupante denuncia, de la que ella ha salido al paso de forma tan valiente como inesperada, como así es, normalmente, para los de su “especie”.

No sé si ponerme a llorar porque cuando estoy intentando concluir este post me está sonando su lectura a cosa tan obvia y aburrida que hasta me dan ganas de borrarlo. Es cierto, hablar de esto es casi lo mismo que una de mis conferencias sobre lo divino y lo humano de un estudio de viabilidad de una promoción inmobiliaria, es siempre lo mismo, lo que pasa es que, a diferencia de mis charlas, aquí el público siempre es el mismo, por eso les/nos aburre y de eso ellos, los que delinquen, se aprovechan.

Mi amigo el Alcalde de un pueblo de La Vega Baja, muy por lo bajo y sin que nos oiga nadie, va y me dice:

“Habrá que mantenerse alerta, amigo, pues que no haya negocio inmobiliario boyante por parte alguna no será problema para que esa quimioterapia que se aplica de la mano de la crisis acabando con la corrupción del modo que se anuncia, no será obstáculo para que se utilicen otras vías para fortalecerla, no te quepa la menor duda de ello. Hasta que no se exageren las penas por conductas de connivencia y/o delictivas a los que ejercen cargos públicos esto seguirá así, Enrique, y claro, ese cambio lo tienen que aprobar ellos y, en fin, no lo veo fácil.”

Dios o el que tenga la labor de administrar las conciencias de todos los que suspiramos por un mundo mejor, te oiga, amigo.

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