24 febrero 2011
Hay cosas de la justicia que yo nunca llegaré a entender por mucho que me lo quieran explicar. ¿Hay que esperar a que un delincuente delinca hasta cinco veces en trece día para meterlo en la cárcel? Da la impresión que las leyes no emanan de gentes sensatas, ¿verdad?
Las cosas de la praxis y, seguramente, la falta de espacio carcelario, tengan la culpa, pero no es este el asunto. La crisis, la decadencia de la autoridad y seguramente, la mala educación, deben tener gran parte de la culpa, pero la propia desmoralización de quien tiene la responsabilidad policial, debe tener, también, una importante parte de ella. Esta mañana, sin ir mas lejos, he tenido que ir a la Comisaría de Policía donde me han atendido con total corrección y virtualismo-e, pues me he dado cuenta que ya no estaba allí mi amigo “el dedos”, que era el Policía de la sala de Denuncias que plasmaba con su vieja máquina de escribir las lamentaciones de los denunciantes en el papel. El espectáculo era inenarrable. Pero bueno, ha pasado ya mucho tiempo desde que no aparecía yo por allí y la cosa ha cambiado. Un chaval de unos treinta años, o menos, me ha atendido durante mas de veinticinco minutos en los que no he dejado de hablar y de contarle mis impresiones sobre el intento de robo que hoy he sufrido en mi coche:
- Que fue en la Rotonda tal
- Que solo estuve tres minutos pues se trataba de recoger un material encargado previamente
- Que tiene que ser tíos muy organizados y muy atentos
- Qué bajé del coche porque mi mujer insistió en que le ayudara
- Que mi mujer cree que se trata de una furgoneta blanca que aparcó detrás nuestro y que salió de inmediato en menos de un minuto
- Que me habían dicho en la BMW, donde fui primero para ver la gravedad de la reparación, que no paraban de entrar coches con esa misma reparación que es la del bombín, de la puerta del conductor, destrozado, y que todos eran vehículos 4X4
- Qué parecía que habían metido un taladro con percutor en la cerradura pues estaba machacada.
- Bla, bla y bla y muchos detalles más
Pues mi sorpresa fue cuando el joven y atento policía, tras su largo entretenimiento en darle al teclado, me entrega para firmar la denuncia y observo al leerla que ha escrito que mi coche estaba mal aparcado y que me han roto el bombín, tan solo. No hay detalle alguno ni intención alguna de perseguir al que lo haya hecho con lo cual he llegado a la conclusión que lo de las persecuciones investigadoras de la Policía se queda, tan solo, en las películas.
Pero bueno, al final y en la línea de lo que me cuenta mi amiga Charo en el Facebook, creo que he tenido suerte: “No me han multado por aparcar tres minutos en La Rotonda.”
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A mi lo que mas me llamo la atencion cuando fui a denunciar el robo de mi coche es que, aunque estuviese ya en una comisaria, tuve que hacer la denuncia por telefono en un aparato que alli tenian, antes de que me atendieran en persona. No se si este metodo sera mejor o peor, pero a mi me resulto cuanto menos peculiar este sistema. Por cierto, a fecha de hoy mi vehiculo aun no ha sido hallado en parte alguna...
ResponderEliminarY luego pasa lo que pasa, porque si encima del cabreo que tienes, el funcionario te presenta eso para que lo firmes, te cabreas más aún y es que te dan ganas de darle una calbotá. Y violencia no (además que que puedes acabar tu encerrao).
ResponderEliminarDonde vamos a llegar,,,,aqui acabamos peor que en la época del salvaje Oeste.
ResponderEliminarPues es, amigos míos, Alicante-2011.
ResponderEliminarYo también os quiero. No dejéis de escribir nunca, aunque sea aquí.