25 febrero 2011
¿Papá el cielo, como me conecto al cielo, sabes su dirección, su URL? – Esa era, en términos parecidos, una broma que nos hacíamos hace mas de veinte años en algún curso de malhumorados caciques profesionales en un Monasterio cercano a Madrid invitados por el entonces nuestro jefe y presidente de Vallehermoso S.A., Martín Eyries. ¿Y de noche que se puede hacer aquí, Enrique?, me preguntaban mis compañeros y yo les decía: Rezar, solo rezar. No se si rezaría mucho durante esos tres días que allí estuvimos en el verano del 90, pero eso de encontrarme en un lugar donde no era posible que a nadie se le permitiera comunicarse conmigo, ni donde ir, ni donde escapar de mi soledad o de las chácharas con mis colegas, me resultó de gran valor. Entonces era impensable pero yo ya llevaba mis primeras agendas electrónicas que de eso, de electrónicas, solo tenían el que se enchufaban a la corriente eléctrica. Hoy, como me anuncia y recuerda mi amigo Fernando S en su Facebook, el futuro es digital.
Hace poco, en una larga espera hospitalaria, un niño de unos nueve años le hizo a su padre la pregunta que da nombre a esta bloguería: “¿Papá, algún día el mundo será digital?” – El padre muy extrañado, soltó su teléfono móvil con el que andaba peleándose desde hacia un buen rato, ignorando con ello al resto del mundo, y le dijo; “No tengas ninguna duda, hijo” – Entonces el niño, muy decepcionado, le dijo; “Qué pena, Papá, qué pena” – Al poco rato, me acerqué al niño y le dejé ver mi precioso móvil Qtek 9000, con el que el niño, a los pocos minutos, aprendió a mandarle un correo-e a su padre, al que tenía cinco metros mas allá y …bueno, lo demás, lo que pasó y su moraleja, os la dejo a vuestra imaginación.
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