¿Dimitir por copiar una Tesis Doctoral?

04 marzo 2011

Leo en el Blog de argy algo que me ha hecho reír, pero debo recriminarme, seriamente, el que haya sido capaz de hacerlo, pues lo que debiera haber hecho era ponerme a llorar desconsoladamente por formar parte de esta desdichada y zarrapastrosa sociedad meridional en la que me ha tocado vivir y que permite que las cosas que tienen que ver con la puntualidad, la ética y la moral pública y de lo público, sea un verdadero cachondeo y que, al igual que cuando a un tío emparejado le pega a toda falda que se le acerca, si lo hace notoriamente, le llaman golfillo o pillín en lugar de hijo de su madre, al que hace golferías con la “Cosa de Todos”, siendo el negarlo todo lo primero que hace, lo segundo es empezar a recibir palmaditas de los suyos en señal de apoyo, guiños malévolos y hasta un “qué golfo eres pillín, no hay quien pueda contigo, que bien te lo montas”, en fin, cosas así. Esta sociedad nuestra, igual que le pasa a muchas mujeres, admira y vota, que es peor, a los golfos, como dicen los andaluces y andaluzas: “Ese tío me gusta, es un jijo de la gran puta el muy maricón” y eso, para los que entren aquí en horario infantil, diré que es un halago, pero en el “al Ándalus”. Los demás son tontos, aburridos o sosos, según el verbo de cada cual.

Hace poco un buen amigo que lleva metido en la política desde que lo pudimos hacer, allá por el setenta y pocos, me pedía opinión sobre determinado valor creciente, un joven y apolíneo muchachote sin antecedentes familiares en la política, al que veían futurible en el partido, (en el suyo),  cuando terminé de hacerlo mi amigo me apostilló: “Si, Enrique, pero es muy serio, le falta malicia, no tiene gancho” – Pues eso, tendremos que darle dos cursos acelerados de urbanismo de progreso, de blanqueo de capitales para la financiación de los partidos y otro de  como colocar los gastos propios y a toda a la familia en las Cuentas y Cargos de La Administración.

Luego, afortunadamente y volviendo al principio, me he dado cuenta al verme reflejado en la pantalla azul que le da vida a mi PC, que mi mueca no es mas que una risa tonta, de lástima, de burla, en fin, nada que ver con lo de que lo haya hecho a gusto. Menos mal.

Del artículo de argy de hoy, A VER SI APRENDEN LOS NUESTROS, he copiado este párrafo:

“El miembro más valorado del Gabinete de Angela Merckel KarlTheodor zu Guttenberg a la sazón Ministro de Defensa ha dimitido por plagiar su Tesis Doctoral. Una vez más desde el Norte dan lecciones de moral y respeto a la ciudadanía en lo que a política se refiere. ¿Se puede alguien imaginar a uno de nuestros políticos dimitir por haber supuestamente copiado unas 70 páginas de 470 de una Tesis Doctoral? Vamos, creo yo que aún se estaría riendo si le pidieran la dimisión desde cualquier foro tanto periodístico así como político.”

A la pregunta que da título a esta bloguería la mayoría de los “encuestados” esta mañana en mis correrías tabernarias y hospitalarias, ha ganado por un apabullante 97% el “Tururú” contra el 3% que NS/NC.

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