31 mayo 2011
Si ya se que soy muy malo, dije que no hablaría mas del asunto, pero como lo de la #spanishrevolution empieza a ser una especie de ensaladilla poco digerible para muchos y como yo, sin darme cuenta, me he quedado entre un sentimiento autonostálgico y el aprovechamiento del mal que del asunto hacen muchos otros, va y resulta que ahora muchos se suben al carro de la nada y eso me pesa, tanto que hasta debo decirlo.
Curioso, si, pero resulta bastante corriente encontrarte a viejos pragmáticos de toda la vida, de esos que se quedan con tortícolis para no verte cuando toman café en Plantaciones, (para no tener que invitarte), de los que cuando llega la boda de tu hijo dicen que se van a París y que, además, eso de las bodas lo consideran una cosa muy íntima y familiar, (para no hacer regalo), bueno pues esos, los pragmáticos, los que viven sin grandes ideologías, de comerciar con blancos y negros, comerciales de la nada y que son capaces de hablar bien de Hitler si con ello hacen clientes o te venden un libro de “como hacer las cosas bien, aunque sea barato”, ahora se dan cuenta, todos esos, igual que los capitostes de los partidos de izquierdas, que lo que hay que hacer es enchufarse a un hashtag de lo que sea y empezar con ello a venderle la idea a los clientes y hasta a los enemigos para que se les vea mas “in” y mas #enchufoprogresistas, mas a la moda y con ello dejarse ver en el escaparate de lo virtual y formando, con ello, un marco de: “Veis que moderno soy que hasta me pongo del lado de los #antiyo”.
Es un poco frustrante ver a gente que nunca han soltado una lágrima por cuestión social alguna y que hasta ponen los cuadros del Ché en el pasillo y en el baño del Chalet de la Playa, como dice mi amigo-e Jelio, cuando viene algún amigo de Solbes a cenar, o se ponen a escribir sobre las delicias del pensamiento de una juventud que renace y que sueñan con que pronto se les podrá vender algo, como creen, si, lo es, pero es lo que hay.
Los chavales, quinquis, pies sucios, ensaladilleros y todo eso que se dice de ellos, al referirse a su proceder y condición de vagos recalcitrantes y lacayos del CNI , no se si se lo merecen, me refiero a que estos comerciales del bulto se apoderen de su movimiento y mas, mucho más, cuando ya parece que se están tomando en serio, los de los mil hashtag, lo de comprarse una brújula para ver por donde tirar.
Me deslumbran los nuevos movimientos juveniles aún y poniendo en crisis su capacidad de hacerlo sin ser manipulados, pero odio a todos aquellos que se apuntan a un bombardeo, cuando de apropiarse de la idea de otros se trata.
Ah, y no estoy hablando de #acampados ni de #ensaladilleros de ningún tipo, hablo en general, de vida propia y de vida profesional, que de todo hay en cualquier lugar y a mi, cualquier día me da por escribir mi segundo libro sobre el asunto, como le decía hoy a mi amigo Aniceto, el Benito, y dos ejemplares, al menos, los vendíamos, el resto a la hoguera junto a las ideas de muchos que parecen haberlas perdido en beneficio de la praxis y del bolsillo propio de modo tan anárquico como interesado. Se puede discrepar pero vivir siempre en la dirección de la vela cuando de ideas se trata, eso, si eso, eso no me gusta ni creo que sea un ejemplo que podamos transmitir a ninguna generación naciente.
Si, ya se que es muy repetitivo y hasta aburrido, lo sé, pero dejo un vídeo para los que aún no sepan de que va el asunto ese de los #acampados, que de todo hay, o, al menos, parece que estén todos en mi entorno cafetuliano.
Como deciamos algunos, la clave despues del 22 -M era saber si se concretaban sus propuestas o bien si iban a ser fagocitados por alguna organización de izquierdas. Por no hablar de la opción que parece imponerse, véase la "evaporación". Espero que no se produzca nada de ello, y que de verdad esto sirva para algo, pero como decia Unamuno "mi corazón me pide la inmortalidad y la razón me la niega insistentemente"
ResponderEliminarEstoy con el mensaje que trasladas de Unamuno, argy, genial.
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