No estaba muy fino, cansado, la medicación había atormentado mi ánimo y la comida del jueves llegó en el peor momento. Por todo ello decidí irme al puerto, sin prisa, sin hambre, sin ganas, solo la imaginación me mantenía de pie. Un simple paseo de cuarenta minutos fue suficiente para devolverme el ánimo. En mis mejores tiempos de “ejecutivo agresivo multimedia” que era como solían llamarme, cachondamente, algunos de mis compañeros de labor y de cargo, hacía lo mismo, lo aprendí, seguramente de muy pequeño cuando mi Padre, Agustín, me llevaba a pasearme por la Barceloneta y me hacia navegar hasta el final del puerto con alguna de esas románticas y mareantes “golondrinas” que es como le llamaban a esa especie de barcazas que se movían dentro del puerto Barcelonés, desde Colón hasta El Faro.
Cada vez creo mas en eso de que el nacer en el Mediterráneo es una suerte y una adicción, adicción al Mar y a las costumbres de la tierra marinera, ah, y si algún día me pierdo, no me busquéis muy lejos de él. Quien no tenga costumbre le recomiendo que lo haga, si no hay mar habrá algún Rio junto a tu entorno habitual, un puente donde apoyar los codos en su barandilla y lanzar la vista al agua, si no lo tienes, búscalo y date una vuelta por él, búscate un lugar, tu lugar, ayuda mucho, regenera las neuronas, minimiza los problemas y hace que ames la vida mucho más. Probadlo, ya veréis el resultado es inmediato.
Cierto ,creo que todos los que nacemos junto al mar, al igual que los salmones remontan el rio donde nacieron.necesitamos volver al mar de vez en cuando a encontrarnos con nuestro yo.
ResponderEliminarAsí es, david, y así me siento
ResponderEliminarCierto, siempre volvemos a nuestras raices. Acabamos siendo lo que hemos sido,sin duda.
ResponderEliminarUn saludo
P.D. Gracias por recordarmelo, una vez más.
Afirmación sabia, argy, muy sabia
ResponderEliminarhttp://www.alicanteactualidad.es/noticia.php?cs=11&tipo=edicion&cn=8886
ResponderEliminarLee esto entre mirada y mirada al infinito.
La había leído, argy, parece que un soplo de vida y de cordura ha iluminado la retaguardia PPera. Una buena noticia, sin duda.
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