Asustado, pues sí, algo sí, pero no creas, te acostumbras a todo. El trapecista sale todos los días a hacer su trabajo sobre la cuerda y asume su riesgo y su responsabilidad sin mas remedio. Pero todo tiene arreglo o cura cuando se aprieta el alma hacia su contenido mas etéreo. Tener contacto con ellos es siempre muy importante, vital y tan necesario que la costumbre es pura medicina. Mas de veinte años juntos, comiendo juntos, cada quince días, y ahí seguimos. Sueño con mis viernes en el Ros, pura terapia, además, sabes que nadie fallará, no hay que llamarles dos o tres días antes para recordarles la cita, nunca ha hecho falta hacerlo. Dos menos diez de la tarde, viernes 27 y yo ya estoy entrando en la Cafetería del Vissum, allí está Manuel para darme la bienvenida con un bacardi-cola light, como siempre. Le hago mi foto de rigor, luego los abrazos con Pepito, que incluyen palmadita en el culo tras la bendición y ya está, a la mesa. Allí ya está siempre Benito, al que le gusta llegar temprano para leer la prensa del día, pero apenas me ve ya se levanta para el abrazo y palmaditas como manda el protocolo.
Primer plato de papas fritas, hechas a mano, que Maru prepara como nadie, Manué nos trae el Primer Crianza de la tarde con la postura de siempre, copa de tanteo y al que le toca dice que está riquísimo, esté como esté. Se incorpora Ramón, a continuación, juzgado, consellerías, ayuntamiento y notaría son sus mañanas, “las mañanas de Balasch”, la bronca al Gobierno de turno y a por los nietos de cada uno, por las sesiones de vida y a por todo aquello de lo que venimos hablando durante tantos y tantos años, nuestro fútbol, nuestro amigo, el que nos unió y del que ahora apenas hablamos.
Entrantes a base de un surtido de variedades marineras rematado con un arroz de Casa Ros, (el viernes fue verdura amb tonyna), hace que la fiesta se complete como siempre: “Collons, que pronto se han pasado esas casi cuatro horas de comitulia” y es que eso, la comida, es solo una excusa, la terapia, la medicina vital está en tenerlos ahí, saberlos cerca y saber que les quieres y que te quieren. Un lujo al alcance de cualquiera, solo hay que saberlo encontrar, si los tenéis, no dejéis de usarlos.
Que envidia me das Enric,,,,,,,,
ResponderEliminarNo olvides que tienes PROHIBIDO dejar de hacerlo nunca!!
Ok, te haré caso, argy
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