19 mayo 2011
En días tan especialmente revueltos, aunque pacíficos, como los que nos toca vivir en esta, por fin, semana de gloria y movimiento social, me resulta aún mas necesario ese asunto de la revisión de todos nuestros valores cuando leo la noticia que ayer estropeaba mi tarde: “El 30% de los directivos españoles justifica el soborno en los negocios” y eso, como dice mi amigo Fernando S, si eso es cierto, que lo es, algo huele a podrido en esta sociedad que nos acoge y nos destruye. Un buen amigo me dice que a mi eso no debiera sorprenderme, como dando por sentado que por mi cargo en las empresas para las que he trabajado durante muchos años, yo debiera estar al cabo de la calle de esto. ¿?
Lo lamentable de toda esta historia y que es, con toda seguridad, lo mas preocupante, es que el 82% de los empleados piensa que sus jefes utilizan 'atajos' para alcanzar objetivos y que, además, sorprendentemente, lo consideran normal. Es decir, nos hemos acostumbrado a ello, a que la corrupción, como la infidelidad conyugal y el fraude fiscal, solo llega al que pillan pues a todos abarca. Economía sumergida, infidelidad y dinero negro, a todos nos parece mal cuando lo hacen lo demás, pero cuando nos toca decimos que es un modo de sobrevivir como sea y a costa de lo que sea que, al final, y sin darnos cuenta, hace costumbre y normalidad de hecho y, a veces, hasta de derecho, por eso me preguntan: ¿de qué te extrañas, Enrique?, claro, ahora lo entiendo, yo debo llevar una vida virtual y por eso no me entero de nada, Aristóteles ya murió y yo, aquí, sin saberlo.
No seamos pesimistas pero no cejemos en entender que hay que buscar soluciones a nuestros perdidos valores o, quizás, tan solo se trate de revisarlos, pero habrá que hacerlo, ¿verdad?. Cuando pueda valerse y yo también, se lo preguntaré a mi nieto, vamos a ver lo que tiene que decirme.
Demuestras tu profesionalidad, discreccionalidad,respeto y cariño para todos los que han trabajado contigo cuando comentas las distintas situaciones de esa etapa profesional. Dicho esto, que te voy a contar yo a ti del tema que hablas dentro de tu sector. El soborno o la "mordida" no la pedian los promotores a los compradores cuando ibamos a comprar una casa. Lo de las otras "mordidas" lo hablaremos en otro momento.
ResponderEliminarSon cosas que convendrá erradicar urgentemente de cualquier sector y especialmente de algunos en los que dichas practicas se habían convertido en una costumbre. Nunca estuve, ni nunca estaré de acuerdo con ellas, quien lo hizo, de un lado o de otro, tendrá que dormir con su conciencia.
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