Hay cosas que no siempre sabes decir y, además hacerlo en el sentido que debieras saber hacerlo. Mucho mas cuando se trata de decírselo a la persona que ha llenado tu vida, a esa que siempre ha estado en tu batiente, en la paz y en las guerras sin fin, si, esas que el demonio ha puesto a los pies de tu caballo y que tentaban tu alma y tu moral. Hoy, quizás vuelva a hacerlo, a decírselo …
“Y me permito hacerles un ruego: si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que transmiten mi libros, por favor créanselos. Créanselos porque me las he inventado”. (Final del discurso de Ana María Matute al recibir el Premio Cervantes 2010)
Cuanto razón Enrique, no siempre hay palabras para poder decir lo que uno deberia o le gustaria. Un abrazo
ResponderEliminarVeo que te ataca la vena romántica. Cuidado, puede ser que estés bien domado por la parienta, que las mujeres son muy astutas, ja, ja.
ResponderEliminarAnte el pesimismo el románticismo.....no es mala opción amigo!
ResponderEliminarGracias, Eva, esa afirmación que haces debiera ser un lema de obligatorio cumplimiento
ResponderEliminarBucan: Si, he tenido 45 años para entenderlo. Un abrazo, amigo
ResponderEliminarEs la mejor opción, a ratos, amigo argy. Un abrazo
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