La Crisis medida por Antonio, el Jefe de Prensa de mis amores

Cohonesto y los agotados salientes de la Misa de nueve

05 agosto 2012

Ver a Cohonesto un domingo por la mañana, sentarse con él y hacerle las cuatro confesiones de siempre, es un placer que no siempre alcanzo a comprender por qué se me permite a pesar de la crisis social, moral y de valores que existe en las boleras donde desarrollo mi vida didáctica. “Ay, Enrique, ahí está la señal de la crisis, si, la gente que baja de la misa de nueve no es ni la mitad de la que bajaba el año pasado por estas fechas” – Ese es mi Antonio,  si, mi/vuestro Jefe de Prensa. Él mide la crisis a su manera y yo, en un alarde de ganas y formas de quitarle hierro al asunto le digo: “¿Antonio, no será que la gente ya no va a Misa?” – Luego, ya sabéis, lo del Hércules que no acaba de fichar a nadie que valga la pena, que hoy hará un día con un calor de pelotas y lo de “Enrique, si vas a la Playa, ponte un gorro, hoy está que muerde”. Gracias Antonio, eres único.

Los domingos son lo que son, hoy los enanos se han ido a la Misa de la amistad familiar lejana y yo me he ido a ver a mis amigos de siempre. Un domingo agridulce que al final se ha puesto de largo cuando he conseguido poner los pies en el agua de mi mar mas querido, al estilo pescador, doblando el pantalón tejano y las kiowas en la mano, al estilo pijo, como diría mi querido sucesor, y es que no hay nada como sentir el mar en los pies para volver a la vida.

Feliz domingo, amigos y especialmente para ti, Juan, yo también TQ.

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