jueves, 4 de octubre de 2012

La Soledad de Joan



Solo

04 octubre 2012


- Hacía tiempo que no lo veía. El llevaba los ojos encendidos, camiseta deportiva, sin  marcas, pantalón corto, zapato deportivo y la uve en el pecho del sudor de una dura mañana de jubilado andariego. 

- Joan me abraza al verme.  Él, como todos aquellos jóvenes que salieron del Condal sin tener acomodo en el Barça de la época, se convirtieron y siguen así, como los mayores anti-barcelonistas del mundo. 

- Joan no tiene prisa, me cuenta cosas banales, mostrando muchas dudas que no dice pero que sí que deja ver dado su carácter poco dicharachero. 

- Pero hoy, extrañamente, no sabe qué hacer para no dejar que muera nuestra conversación. 

- Al empezar a despedirme, noto que se resiste y que acaba con un: “¿Tienes el coche muy lejos?” 

– Y Joan me acompaña hasta la estación de La Marina y mientras, una y otra vez, va contándome cosas que no tienen la mayor trascendencia. 

- Cuando ya llegamos a la Marina y le hago el gesto de despedirme, Juan me dice, precipitadamente: “No he vuelto nunca más al piso de la Playa, ni me gusta andar por allí, todo me recuerda a ella, no soporto la soledad, Enrique” 

– Los dos, entonces, con los ojos encendidos, nos hemos dado un fuerte abrazo de despedida.

- Juan se quedó viudo hace, ahora, un año y yo, siempre que me encuentro a amigos que, como Juan, han tenido que convertirse, por una u otra razón, en singles, siempre me entra un terrible sentimiento de vértigo. Carpe Diem, amigos, carpe diem ... con Ella.


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4 comentarios:

  1. Ser single, no es sentirse single... durante años yo fui ( hasta hace muy poco ), una single convencida. Para mi ser single, era una forma de vida en la que aceptas y convives con la soledad, sin que ella te cubra con un manto de frío. Yo he disfrutado de ella muchísimo.

    Pero ser single por obligación, es una carga muy pesada, y a veces imposible de llevar, que sume al que la padece en depresión y angustia, un abrazo de un amigo, no es la solución al problema, porque unos minutos de compañía te hacen sentir horas de soledad... hay que sugerirle que se una a asociaciones, sean privadas o del ayuntamiento local, que salga, vaya al cine o al teatro con esas personas que ni conoce, pero que tienen como él, ese frío dentro imposible de sacar, pero los soledades compartidas durante unas horas al día, hacen que sea más llevadero la situación de single,... y nunca se sabe, si ahí, vamos a encontrar la "segunda parte del partido por jugar".

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    1. Tienes razón, Yolanda. La soledad solo duele cuando añoras a alguien y la cura, ..., si, estoy contigo: Vendrá a nuestras comidas de los viernes. Un abrazo, amiga y, ah, me alegra verte por aquí.

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  2. Te superas contando las historias diarias de lo cotidiano......me has vuelto a emocionar. Aprovechemos el momento amigo, sin dudarlo!

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    1. Bueno, son como me las cuentan o como las veo, que igual no es lo mismo, pero así somos, amigo Antonio Gt

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