Sabrás donde tienes los amigos, el día que ya no te necesiten

06 junio 2013           04 junio 2009

Esperando el resultado de los exámenes parciales de junio, debo dejar aquí esas gotas de amargor y dulzura, según el caso, que se producen con las cosas de la amistad, la verdadera y la interesada. Esta noche soñaba con ello y me ha despertado la voz de la realidad, era como si me estuvieran atravesando el cerebro con un destornillador eléctrico.

En mis mas de cuarenta años de profesión, con poder para contratar, a mi alrededor se apiñaron muchos, buenos y afanados profesionales de las formas y de los honorarios. Arquitectos, aparejadores, publicistas, contratistas, comercializadores de ventas, corredores de suelo y gente de otra especie y de toda condición profesional y humana, todos tomaban café conmigo y alguna que otra mariscada a la que procuraban no faltar. De su condición profesional, procuras equivocarte poco, pero la cuestión personal la descubres con el tiempo, el cual tiene la mala costumbre de poner a cada uno en su sitio.

De nada me enorgullezco más, que de mantener como amigos a aquellos que aún lo son después de dejar yo el trono, pero la decepción que produce conocer a los otros, es inigualablemente muy emocionante y aleccionador, llegando, incluso, a grotesco si después de verte hecho un fiambre profesional aún te llaman. Ven que aún te necesitan o al menos eso es lo que creen. Pero no penséis en vano, si, no lo hagáis, lo hacen sin ningún pudor, o eso me ha parecido.

Como podréis imaginar, solo ha sido un sueño, no hablo por mí, por dios santo, ya sabéis que estas cosas siempre les pasan a los demás. Bien, pues el mensaje/consejo de hoy, a consecuencia de este maldito sueño, es: Sabrás donde tienes los amigos, el día que ya no te necesiten.

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