20 noviembre 2013
Nuestro amigo Antoine, en un alarde de sinceridad y de lo que uno puede ser capaz de contar cuando lleva cinco copas de Marie Brizad, o más, hablaba y hablaba, sin parar, de cómo y qué rápido se pasa la vida y de lo feliz que él ha sido esta cruel noche de amor y de adorable perversión, contándome una efímera realidad de la que él se alimenta. Tras algún tímido reproche por mi parte, especialmente por su descontrol etílico, mi amigo el francés de lujo me ha dicho: “Enrique … ¿Y si hoy hubiera bailado mi último tango?
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Un recuerdo tan valioso como imperecedero. Tu amigo Antoine, con o sin el Brizad de turno, posee una sensibilidad y pesar inmensos.
ResponderEliminarUn abrazo, Enrique.
Antoine es un verdadero artista de eso que llaman ... "Maneras de vivir", amigo Campillo. Feliz tarde.
EliminarTu amigo Antoine no se anda con chiquitas.......seguro que también le da al "Perfect Amour"!!
ResponderEliminarSi, argy, también le da al Parfait amour, el es como el principal consumidor de Marie Brizard, un adelantado a su tiempo.
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