26 mayo 2014
El coche con altavoz de la funeraria andaba anunciándolo por todas las estrechas calles del pueblo, parecía como si algo me impidiera oírlo pero era cierto, nuestro amigo XXX había muerto. Corrí hasta el Santuario del café de madrugada de la Huerta y la escena era lo que esperaba, parecía un funeral - "Ya ves, Enrique, no somos nada, todo se acaba" - "¿Quién se lo iba a decir al Juanico? El sábado lloraba aquí los goles del Madrid y hoy ya no está" ...
La hora de las apologías es algo que nadie espera con gusto, lo asumimos, (los de otros, claro), con un ritual que a mi, siempre, me ha parecido dignamente romántico y arqueológico, pero lo que nunca había visto es que al grito de ... ¡¡¡ Va por Juanico ¡¡¡, ese grupo de rudos hacedores de la parte del PNB más maltratada del País, (La Huerta), se fundieran, todos, en un abrazo de esos con ruidosas palmadas en la espalda y babas en cuello ajeno, de tal intensidad que me llegaron a emocionar, tanto, que no tuve más remedio que unirme al colocón de Anís del Mono que nos unió más que nunca en un intento desesperado, sin decirlo, de aferrarnos a la vida con la mayor rabia que se pudiera generar en nuestras entrañas.
Enviado de Samsung Mobile Note III
Lo lamento amigo mio....................DEP!
ResponderEliminarGracias, amigo argy, le mandaré tus deseos desde aquí, seguro que nos lee.
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