Vida-Café-Sensaciones

28 mayo 2014

Llegas a una edad en que negar la evidencia es una ingenua estupidez y por mucho que intentes, inútilmente,  explicarle a Antoine, como ejemplo de esa afirmación, que ignorar la ley de la gravedad es eso, cosa de estúpidos, como debe ser. No obstante, al parecer, y para mayor INRI, ninguna fuerza terrenal sería capaz de convencerle de ello, a Antoine y a muchos más, de su existencia. Ser realista nunca ha sido sinónimo de ser pesimista aunque, a veces, parezca cruel.

Antes, no hace tanto, tomar un café mientras amabas esas profundas y plausibles, discusiones sobre el futuro de la profesión, de cualquiera de ellas, hablar sobre el origen de la democracia, pensar que el futuro era manejable por las ilusiones generadas por los sentimientos, por los ideales, todo eso y mucho más, era algo frecuente, vitalizante, y, escasamente aburrido, pues idealizábamos todo y todos, sobre sus contenidos. Ahora pienso que en eso debiéramos esmerarnos, cuanto antes, en su reactivación. Quizás, no sé si estúpida e inútilmente, eso es lo que nos falta a todos: Reactivar e instrumentar, los Sentimientos y los Ideales que hicieron posible el llegar hasta aquí.

Ah ¿Crees que los de La Casta  Política están en ello? - Claro que no, mienten, solo viven de ello, de la política. No nos sirven, se sirven de nosotros - ¿Te dan miedo los cambios profundos? - Quizás sea ese el problema de la Sociedad de consumo de hoy: ¿Cambiar para qué?  Luchar ... ¿Para qué? – esa es la pregunta del miedo. Lo peor, sin duda, es que no les hemos enseñado a luchar a los que se quedan y a nosotros, queramos o no, reconocerlo, nos pilla muy mayores y algo desencantados.

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