19 junio 2014
Empezamos a hablar de las cosas que se suelen hablar en estos casos, el tiempo, el calor que hace, lo bonito del paisaje y cuando el anciano se va a buscar agua a la cafetería El Lloc, que está justo enfrente, le digo a la anciana la suerte que tiene de tener un marido así y que me ha emocionado verles acariciarse. Ella, con cara de sorpresa, me responde que no es su marido, que solo es su novio y aunque no está ofendida, muestra una cara de enorme preocupación. Al rato llega el anciano y mientras ella bebe su vaso de agua, me pongo a su lado, y le digo que me encanta verles tan enamorados. Pues sí, me dice el anciano, así estamos desde el año 44 que nos conocimos, nos casamos en el 51, tuvimos 4 hijos y tenemos 9 nietos y un biznieto. Pero ahora lleva así ya 6 años, no me conoce, no nos conoce y yo, yo, yo la sigo queriendo como el primer día, hijo, y eso ya no cambiará nunca, no sabes la suerte que he tenido y que tengo.
Me has hecho llorar.
ResponderEliminarA mi también me ha pasado lo mismo, Tracy, incluso cuando lo estaba escribiendo.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Hola Enrique,
ResponderEliminar¡cómo han cambiado los tiempos!. En un futuro (no muy lejano) cada vez será más difícil encontrar una sola pareja de ancianos así. Entre los que se separan, divorcian, discuten, dejan de verse... Cuando un hombre y una mujer deciden vivir en pareja (ya no digo casarse) tiene muchas más posibilidades de que se separen antes de los cinco años (tampoco digo diez) que sigan juntos después.
Tristemente real.
Un saludo
Así es, FJT, una triste, dura y cruel, realidad. Así son nuestros tiempos, bueno, los tiempos de hoy. Ya sabes el estado de nuestros tres pilares, los de nuestra civilización actual: Religión, Contrato, Familia. Que poco queda de ello.
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