Imagen: dance passion
20 julio 2014-2018
Durante la noche del viernes me presentaron a una pareja de jóvenes veteranos que andaban bailando como los mismos ángeles y lo hacían mirándose a los ojos en señal de una profunda compenetración y estado de satisfacción fuera de lo que es habitual. Una atenta y observadora, amiga que se sentaba a mi lado me dijo: Los dos son viudos, llevan doce años felizmente juntos y a ambos esta nueva vida les ha llevado a un estado de salud y apariencia, envidiable.
A la vista de tantas y tantas cosas vividas y experimentadas y, mucho más, viendo a esos dos felices veteranos de la noche y su sólida lealtad al mundo en el que quieren vivir, me pregunto si la ciencia y la industria farmacéutica son solo las únicas armas que tiene el mundo de los infelices para generar el triptófano necesario para elevar su estado de ánimo.
Confieso que he tenido que buscar lo que era el triptófano y resulta que es un aminoácido esencial. Y si, los que son felices lo tienen en su justa medida.
ResponderEliminarAy, Paco Paco, la medicina natural está de moda aunque, ya ves, basta, a veces, que haya felicidad para que cuerpo funcione con naturalidad.
EliminarSaludos rey de la Bloguería selecta.
¡Qué bonito!
ResponderEliminarCiertamente lo es, Tracy. Estamos enamorados de ellos, hacen una pareja envidiable.
EliminarSi son felices hasta el bicarbonato sabe bien................Ole!
ResponderEliminarLa química, amigo Antonio, la otra química.
Eliminar¡JA! Y luego te inhibe lo que haga falta, la libido la primera. El placer y la estabilidad se alcanza como lo han hecho esta pareja. Bailando se quieren, se desean, se apasionan... Excelente vida en común.
ResponderEliminarUn abrazo, Enrique.
Ay, amigo Campillo, llevo tantos años viendo lo que sucede en el mundo de la noche que, quizás, algún día escriba un libro con mil sainetes.
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