19 julio 2014
Luchando por la existencia de la dignidad en lo social, lo profesional y hasta en la defensa de la moral … la de los otros, voy consiguiendo acercarme a la cresta de esa pirámide hecha gallo y que se vuelve tremendamente gallina a medida que la alcanzas. La moral no es cuestionable a nivel interno, la dignidad es poco apreciada por el resto, la sociedad se pervierte por tocarle el pelo al Poder, lo profesional no está de moda salvo en los amantes del sexo y la gallina empieza a poner los huevos duros a pesar de clamar como un gallo violado. No se premia al esfuerzo y el reconocimiento solo se rinde ante la mediocridad. Ah, la pirámide, si, la de Maslow, ni tocarla, ni mentarla siquiera. No sé si fue sincera su predicción, no sé si me engañaron cuando me la presentaron como la panacea de la carrera de los zombis en que nos convertimos, no sé si solo fue una zanahoria más para obligarme y obligarnos a seguir, no sé, quizás sea mucho mejor sentarte en tu moral aprendida y patearla y asfixiarla hasta que cante la verdad de los justos. Yo afortunadamente, he meditado en volver al tercer nivel y ahí quedarme siempre, lo demás puede ser una enorme decepción ante la que mi maltratado plumaje no sé si estará preparado para resistirlo. Me asomé al cuarto y hasta al quinto nivel y no, no vi que la realidad tuviera allí su justicia, nada era natural, no era fresco, me pareció que todo era descongelado y terriblemente falso. Allí estaban todos aquellos que nunca hicieron nada para que el mundo no fuera indolente, repleto de animales de la inhumanidad y absolutamente todos de condición jaez, estaba lleno de canallas de la política, del mangoneo profesional y empresarial y de grandes explotadores de los débiles. Me bajé al instante y allí pienso quedarme ... en el tercer nivel, veamos si así aún podemos edificar una nueva pirámide más real y más justa donde los principios imperen por encima de cualquier otro pensamiento o razón de ser. Maslow, como yo ahora, debió cortar la pirámide en el tercer nivel cuando pensó en ella.
Un aplauso por lo bravo de tu blog
ResponderEliminarGRACIAS, HUÉRFANO, AGRADEZCO TU COMENTARIO.
EliminarME ALEGRA QUE HAYAS VENIDO POR AQUÍ.
SALUDOS
Todos o casi todos andamos en esa "necesidad de ser", el problema es que no sabemos muchas veces que......................un saludo
ResponderEliminarEstamos en el qué, amigo Antonio y del qué hemos pasado al "por qué?"
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