lunes, 25 de agosto de 2014

Los arrumacos de la “sielito” del Bar de la clínica de mis amores


Imagen: romani kadaria

25 agosto 2014    -    2016

Veo a una pareja hablando bajito, haciéndose “arrumacos” a la vez que vuelven la cabeza en dirección a la puerta del Bar de La Clínica, como si estuvieran robando y esperaran que de un momento a otro fuera a entrar el vigilante o la pareja legal de alguno de ellos. Hablan bajito y tienen las manos bajo la mesa. La mesa está en un rincón y pasarían desapercibidos si no fuera porque él tendría unos cincuenta y muchos y ella unos diecimuchos, un gran par de pulmones que viven duramente atrapados entre sus ropas y una cara de no haber hecho nada bueno, ni malo, en su vida que te echa “patrás”.

Él parecía de por aquí, pero con un porrero acento “panchito”, (seguramente adquirido con el roce), pero ella rasgaba un dulce, cadencioso, sensual y seseante cante Andino de Sonora Dinamita ,“paminegra-papi”, que se notaba tres mesas para allá, aún y no entendiéndose nada.

Se quedan algunas mesas vacías de golpe y empiezo a oír, aún y sin querer, “que sí sielo pero hoy no, mañana por la tarde que ella hoy libra y ……”, (ininteligible lo que le ha dicho a continuación, pues supongo que se lo ha dicho al oído). Me giro con disimulo, ante tanto ardor, y veo de cara al individuo localeño en postura facial babeante y con ojos enrojecidos y mano sobre mano de la del “sielo”.

Hacían un cuadro perfecto para aquél Velázquez que hubiese querido pintar la imagen del amor imposible entre un cincuentón y una menor. Yo no lo critico, si es amor, conveniencia o infidelidad, es cosa de ellos, eso me pasa, siempre, por la cabeza cuando veo parejas así. La verdad es que, desde mi punto de vista de machista arrepentido, (pero machista nato al fin y al cabo), me parece un cuadro muy bonito, sí, aunque me pongan verde las beatas del Ateneo y de la primera línea de bancos de la Misa de Todos Los Santos.






enriquetarragófreixes



2 comentarios:

  1. ¡Ay, ay, ay, ayay...! Enrique, Enrique, que somos muy ma,l "pensaos·. Mira, si viven sin dañar ni mente ni cuerpo de nadie... ¡pues que lo hagan...! Sin sanas envidias, que siempre tenemos pero no aceptamos. Si se hacen un favor mutuo ¡Bendito sea Dios! Esto dedicado a las marujillas y beaterío en general.

    Un abrazo, Enrique.

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    1. Va por toda esa legión de ellas, maestro Campillo. Un abrazo muy fuerte.

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