11 diciembre 2014
Me la encontré y no sabia que decirle, intenté serle agradable, seducirla con la mirada, le di dos sentidos besos pero apenas me miraba. Finalmente y cuando ya decidí no insistir, algo disgustado, ella se volvió y me dijo ... "Perdona, Enrique, ¿estoy contigo? ... pues no pidas más". La vida es así, no hace falta que le compliques su trabajo, vive y no pienses en ella, solo mímala y déjala hacer ... es muy agradecida, no la fuerces y, si puedes, disfrútala. No hay más ... y es mucho.
Enviado desde Note 4
Demasiado, diría yo, Enrique.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Maestro campillo, siempre tienes razón.
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