04 agosto 2015
Y tú que quieres ser de mayor Paquito, le decía mi Madre a mi germanet, y lo mas probable es que él dijera el clásico: “yoquesé”, para luego añadir lo que decíamos todos en la época; “lo que Papa diga”. Pero no, no era así, lo que valía era lo que decía Mamá, la que quería lo mejor para sus hijos, Ella decía; Mis hijos serán empleados de la Caixa o del Ajuntament, eso es para toda la vida. Y luego todos acabamos en el cuerpo a cuerpo laboral, con más o menos suerte, pero siempre a pecho descubierto.
Pues mira por donde, ese deseo, el de ser funcionario, sigue siendo el de todas las madres de hoy, pero que ahora se ha extendido a la sociedad entera. Mi querido y admirado Manolo, el Beltrá, el arquitecto municipal más honrado que jamás haya conocido, entre otros, siempre decía; “No hagas caso, Enrique, todo el mundo quiere ser funcionario cuando llegan las crisis, luego ya no”. Lo cual, dicho por el Beltrá, tiene su lógica, según como lo mires y según desde donde lo mires
Pero eso no es así. Ser funcionario es mucho más. Es quedar con alguien a una hora y aparecer en otra, porque la cola del pan estaba a tope. Es salir a las tres menos cinco y dejar todos los problemas en el mismo lugar que estaban, es llenar la Calle Mayor de Bares para recibir allí a los administrados Vips, es vivir sin que nada, ni nadie, perturbe la salud mental, ni la emocional, es vivir una vida laboral sin problemas, sin inquietudes y hasta sin gobierno alguno.
Oye … ¿pero que estás diciendo, Enrique? - me digo yo a mi mismo – bien, pues para que no me aperciban mis amigos funcionarios, diré que aparte del Beltrá, hay muchos que ejercen con una resignación y eficacia quasi cristiana en su quehacer diario y que para si quisiera el mercado privado de lo laboral, por tanto voy a honrar a los que lo merecen entre los que incluiré, aún y sin mentarlo, a mi amigo Argy, que debe ser lo mejor de lo mejor en su Diputación provincial de toda la vida. Decía, pues, que, además del Beltrá tienes al Giner, (otro arquitecto de diez), y a muchos más, pero sobretodo a la Basi, la de Licencias, yo no he visto tía igual de eficaz y de preocupada por todo. Bien … vale, vale, lo diré, como la Basi hay muchos … lo sé, y si no lo sé, al menos, me lo cuentan.
Bueno, volviendo a lo nuestro, lo peor es ser funcionario-contratado, eso si es una putada gorda, dicen que es como si lo fueras, pero resulta que no. Cuando ya llevas diez años, te das cuenta que ni lo eres, ni quieres perder la oportunidad de serlo, pues en cualquier momento te llegará tu oposición, la que dicen harán a tu medida para ello, y mientras tanto pierdes toda tu vida juvenil en ello y no te atreves a dejarlo, por si llega esa oportunidad. O sea que es como si hubieras tirado toda tu vida laboral por la borda, pero sin enterarte.
“Enrique no te puedes imaginar el desorden y barullo en el control de los materiales que salen de la oficina y del almacén de materiales, nadie controla nada y, además, a los que tienen la plaza en propiedad se la trae floja, absolutamente todo”. Eso me decía un contratado de la Consellería de Salud en Valencia, hace unos meses.
“Enrique no te puedes imaginar el desorden y barullo en el control de los materiales que salen de la oficina y del almacén de materiales, nadie controla nada y, además, a los que tienen la plaza en propiedad se la trae floja, absolutamente todo”. Eso me decía un contratado de la Consellería de Salud en Valencia, hace unos meses.
¿Para cuando la Reforma de La Administración? – Pues parece que para nunca. La prometió Felipe González cuando yo empezaba mi vida profesional y democrática, ya soy quintiabuelo, y sigo esperando. La moral de la clase funcionarial es “rajante”, por una parte viven de PM, (nadie les inquieta con criterios de eficacia), y por otra ven que su vida se consume sin provecho alguno. El problema no es solo de ellos, (ser funcionario no es obligatorio), el problema estará en los de siempre que lo permiten y no lo organizan como sería necesario y urgente, y me refiero a lo de ponerse a ello de inmediato.
Mientras tanto, me apunto a la frase que un día dijo un conocido Concejal Alicantino de la cosa Económica hace ya unos añitos, que, aún y desprendida de modo involuntario, supongo, marca una realidad que debiera hacer mella en la clase naciente en el mundo laboral y profesional: NO SOLO HAY FUNCIONARIOS, aunque podría añadirse aquello de … aunque lo parezca.
Hola: con la madurez que me dan los años tengo envidia a la tranquilidad laboral, a poder dejar apartados los problemas, y no tener que aguantar a los jefes, de los funcionarios. Unos son trabajadores incansables y eficaces pero a la hora de terminar su jornada ya no tienen que preocuparse por nada ni nadie. Otros son los típicos funcionarios que parecen que hacen y no dan palo al agua pero a final de mes tienen su nómina y a nadie que les llame la atención. Me decanté por la empresa privada y todo son problemas... de todas formas hoy en día no me pondría a opositar...cada etapa tiene su momento aunque nuestras madres sí eran sabias cuando nos pedían que estudiáramos para una oposición... hay si le hiciera caso!! Seguimos en contacto
ResponderEliminarMe estoy riendo y acabo de leerte, Marta, dices bien, las madres son las musas de los opositores, sus arrieros ... yo, afortunadamente no le hice caso y no me he arrepentido nunca, nunca tuve que buscar empleo, el empleo siempre vino a mi ... suerte, seguro, pero estoy encantado de que haya sido así. Si hubiera sido funcionario me hubiera muerto, es decir, habría tenido una vida laboral cadáver.
EliminarSaludos.