15 septiembre 2015
Hubo un tiempo en que me atrevía con todo; hubo un tiempo en que soñar no era importante por innecesario; hubo un tiempo en que subía los peldaños de las escaleras de padre Claret de tres en tres; hubo un tiempo en que era capaz de lanzarme desde el último trampolín de la piscina de los Baños de San Sebastián; hubo un tiempo en que me subía y bajaba del tranvía en marcha; hubo un tiempo en que decidí ser un valorado profesional universitario; hubo un tiempo en que decidí tener mi propia morada; hubo un tiempo en que decidí casarme con aquella morenaza que todos perseguían; hubo un tiempo en que me puse a tener un enano precioso; hubo un largo tiempo en que empecé a trabajar casi doce horas al día; hubo un tiempo en que era reclamado para construir edificios en cualquier lugar y me puse a viajar … y a viajar más y más.
Hay un tiempo, ahora, que me gusta soñar; hay un tiempo, ahora, que me gusta vivir; hay un tiempo ahora … que me gusta.
Hola. bonitas palabras... un tiempo en el que viviste y ahora recuerdas y valoras positivamente todo lo que hiciste.. Me viene a la memoria la maravillosa canción de «My Way» de Frank Sinatra... seguimos en contacto
ResponderEliminarAcertaste, Marta, esa es una de mis canciones favoritas.
EliminarFeliz tarde
El AHORA es el que cuenta.
ResponderEliminarDía a día, Tracy ... no hay más.
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