martes, 20 de octubre de 2015

2023 … ¿Qué pasará ese año?


20 octubre 2015

Intentaba razonar algunas ideas sobre un supuesto estudio sobre la vivienda del 2023, (encargado por un ente público regional a uno de mis mejores amigos), y me he quedado con los ojos clavados en la foto de mi niño más pequeño. Mientras la miraba, me daba cuenta que en el 2023 él tendrá nueve años y que la mayor, tendrá dieciséis. Parece que solo se preocupan del futuro los que tienen la necesidad de predecirlo, pero solo desde el mas cruel, puro y escéptico sentido industrial y económico. Nadie habla de educación, de fidelidad, de entrega, de esfuerzo, de literatura o de dignidad, por ejemplo. No he podido escribir ni una sola línea, de momento, claro.

Abro la nevera y está como el imaginable futuro, a tres grados y hasta se han congelado algunas botellas que se han pegado a una de las paredes del fondo; Abro la ventana, subo la persiana y veo un ambiente helado. El abuelo que jugaba con sus bolos hace ya mas de dos años que no lo veo, ahora solo hay gente joven haciendo carreras para cuidar el body o chavales sentados en el respaldo de los bancos con los pies sobre el asiento repartiéndose caramelos o algo parecido y lanzándose botes de Coke porque uno parece haberle hecho una gracia a su niña que, por su forma de vestir, será amante de los “Viceversa”; Frío porque la señora que paseaba el perrito enano por el parque, recogiendo sus caquitas como si de oro se tratara, parece que tampoco va a venir mas; Frío porque las palmeras del cuadro que se pinta ante mi parecen ladearse y las ramas están mustias acordándose de la madre que parió a todos esos perritos que a docenas le dejan sus orines en sus faldas; Frío en las mesas del bar de la acera de enfrente donde solo veo a dos viejos con su periódico en la mesa, apostados bajo una fría sombrilla, ambos están juntos y no parecen hablarse;  Frío en la terraza del piso de la planta primera de la que salen reproches de tono insultante entre la pareja que se insinúa que allí están sentados … “amándose para toda la vida”.

Todos dicen que hace un calor y temperatura, impropio del otoño, pero yo solo he encontrado frío: Un f´río que no es tangible, un frío que me hiela la sangre cuando pienso en ellos. ¿Seremos capaces de conseguir ese calor que hoy no encuentro, para ese mundo del 2023 que espera a mis hoy intrépidos y atrevidos enanos?. Quizás por ahí debiera iniciar mi informe y, quizás, también, no solo el mío.  … “Enrique, no le des más vueltas, el mundo, casi siempre, y los jóvenes no son una excepción, se arregla solo … siempre ha sido así ¿o es que no te acuerdas de lo que te decían tus Padres cuando criticaban tu melena y tu música de los Kinks?”
 
PD: Preguntado sotto voce, a otro aún influyente y querido amigo, sobre el porqué de que sea el 2023 el año a predecir … resulta que lo es porque en ese año habrá elecciones municipales dentro de dos legislaturas y quieren tener amplia visión de lo que les espera en materia de planeamiento urbanístico. Un interés sorprendente que ojalá lo trasladen, (con el mismo entusiasmo), a la educación y a la sanidad, por ejemplo.

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