Cada año, sí, cada año, me entretengo en ver todos esos vídeos que los amigos, (los que son más tímidos, especialmente los que nos leen en Blogger) , me mandan, igual que sus comentarios a las entradas del blog, por correo-e y entre ellos he escogido uno de los que por su especial habilidad en la búsqueda de la sensiblería fácil del espectador, al menos a mi, me resultan muy atractivos pues, al igual que esas películas de lágrima fácil sobre la Navidad, me hacen llorar, me hacen sentir y a mi edad, lo creamos o no, es un lujo.
Hoy y como primera entrega, os dejo el de Campofrío 2015, un anuncio comercial, lo sé, es muy comercial, pero os pondrá los ojos con el mismo resplandor y tacto de un cristal de lluvia. Si no lo consigo, es decir, si no os cae una lágrima … lo siento, insistiré otro día hasta lograrlo.
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