10 febrero 2016
Volver la vista hacia atrás sin dolor, notar la Feliz ingravidez del pasado, creerte que sobre tus pies no hay peso alguno, cerrar los ojos ... y empezar a volar como ellas ... todo un sueño.
Recuerdo que de muy chico mi Padre me llevaba casi todos los domingos al final de la escollera del Puerto y allí, junto al Rompeolas, tras un entonces larguísimo viaje en uno de esas preciosas barcazas de dos plantas - "Golondrinas" - me sentaba encima de la barandilla de piedra, frente al mar, y no hacía otra cosa que observarlas ... me maravillada su incesante vuelo, sus asombrosos y ruidosos gorjeos, me sorprendía su vitalidad. Mi Padre sin que ni siquiera ahora pueda saber lo que pensaba, hacía lo mismo ... mantenía la mirada en el horizonte sin mediar palabra alguna, solo y de vez en cuando, me ajustaba la bufanda al cuello y me daba dos palmadas en el hombro en señal de existencia. Yo, sin dejar de observarlas, le hacía siempre las mismas preguntas a Él ... ¿Papá: Las Gavinas duermen? ¿Y si duermen, dónde duermen? - Papá nunca contestó a mis insistentes preguntas, solo se limitaba a sonreír y a darme palmadas en el hombro ... yo, en una nueva e incipiente prueba de comenzar a creer en la existencia de los sentidos, me arrimaba a él y me abrazaba a su cintura como si fuera el último refugio de mi ansiada necesidad de saber.
Pasó el tiempo y hoy, casi sesenta años después, me gusta seguir observándolas, me gusta oír su maravilloso y nostálgico gorjeo, ver su majestuoso vuelo ... pero sigo haciéndome la misma pregunta: ¿Dónde dormirán las golondrinas? ¿Podría yo dormir donde duermen ellas? ¿Podría llevármela a ella conmigo?
enviado desde Samsung Galaxy S6 +
Nunca lo había pensado, buena reflexión.
ResponderEliminarQuién pudiera volar ligero como ellas, ¿verdad? Yo tengo un relato escrito llamado La Golondrina y el Mirlo. Son muy soñadoras y vividoras las golondrinas :)
Besos
Verdad Celia, totalmente. Pero si cierras los ojos, a veces se dejan seguir ... pruébalo, a mi me funciona.
EliminarNo se dónde dormirán, pero estoy segura de que será un sitio que harán bonito con su presencia. Y que estará lleno de sueños.
ResponderEliminarSeguro que puedes, Enrique, tu dulzura y la nobleza de tu espíritu son todopoderosas.
Un abrazo.
Gracias, Eme ... seguiré soñando, la realidad es, casi siempre, muy aburrida.
EliminarFeliz noche
Precioso tu recuerdo de la infancia, Enrique.
ResponderEliminarMe ha conmovido esa manera tuya de contar la cercanía de tu padre.
Seguro que duermen donde habitan los sueños infantiles.
Un abrazo.
Sensaciones irrevocables, intangibles ... irrenunciables.
EliminarGracias, Maripaz, un abrazo y feliz tarde
Precioso tu recuerdo de la infancia, Enrique.
ResponderEliminarMe ha conmovido esa manera tuya de contar la cercanía de tu padre.
Seguro que duermen donde habitan los sueños infantiles.
Un abrazo.
Sensaciones irrevocables, intangibles ... irrenunciables.
EliminarGracias, Maripaz, un abrazo y feliz tarde
Hola. disfruté mucho leyendo tus recuerdos con tu padre. Todos tenemos situaciones que no olvidamos nunca y que nos permiten abarazar, aunque sea mentalmente, a nuestros seres queridos. Seguimos en contacto
ResponderEliminarGracias Marta. Son espontáneas revoluciones de los sentimientos ... totalmente inevitables.
EliminarUn abrazo y feliz tarde
El nostálgico Enrique nos vuelve a transportar a vellos recuerdos de la infancia, las Golondrinas!
ResponderEliminary los gorjeos de las Gaviotas, me encanta oírlas ami también Enrique
Un abrazo
Claro, Toni ... eso era posible cuando no había tablets, ni los juegos virtuales ... cada tiempo tiene su "estigma", en este caso una benévola marca.
EliminarFeliz jueves, amigo
Ay Enrique he llegado tarde a la reunion de encantadoras mujeres
ResponderEliminarTe cuento el frio de Miami me tiene asombrada y vos mas
Escribis tanto que nunca llego a tiempo para comentarte
Un besito y que tu mujer no se ponga celosa
Gracias querida poetisa. El frío de Miami es pasajero, el tiempo ... aún más. Tengo tanto por y para decir que debo darme prisa querida Mucha.
EliminarMi mujer no es celosa, es un encanto, ya sabes, una gran mujer ... siempre tiene un hombre que la quiere.
Feliz viernes.