16 mayo 2016
Tras un largo domingo y una noche toledana, el cuerpo solo pide calma, paz, silencio, soledad ... reposo. Doy cien vueltas a mi soledad, pero paseando por La Huerta me quedo absorto admirando la contundente rigidez y firmeza, con que uno de esos nobles vegetales con los que tropiezo habitualmente, echa raíces a la tierra, a la vida y para nada le importa mostrar su desnudez. Todo un ejemplo.
Bonita imagen poética la de la desnudez de esas raíces... Un saludo,
ResponderEliminarEs curioso, amigo mimarzgz, lo que nos enseña la sabia naturaleza sin que muchas veces le prestemos atención alguna.
EliminarUn abrazo de lunes.
Precioso. Esa huerta, cómo la echo de menos.
ResponderEliminarCuídate , Enrique.
Muchos besos
Gracias simpática amiga Celia. En ello estoy.
EliminarUn abrazo y feliz noche
Mi querido amigo, creo que atraviesas momentos duros y yo, que te leo y te siento cerca, quiero tan solo acariciarte y decirte un "resiste".
ResponderEliminarTienes que ser como las plantas de la huerta, amigo, agárrate fuerte a la vida, deja que el agua y el sol te nutran y que el amor que tienes a tu lado te haga fuerte.
Mil besos.
Gracias querida Eme ... estoy bien, solo hay momentos, esos otros momentos.
EliminarUn abrazo muy fuerte.