Fotografía de Nikos Economopoulos
05 junio 2016
Tengo dos amigos que realmente son de esos que parece que tengas veintidós. Veréis, yo no soy de esos que pase de puntillas cuando los ves y así me va. Hoy tropecé con uno de ellos y es como si él tuviera un radar avisador. No basta con que andes por la acera de enfrente para ir a la cola del pan, no, enseguida te ve y te llama: ¡¡Enrique, Enrique¡¡ y zas allá que voy yo y como un cordero to camino del matadero, me acerco y le saludo con el protocolario ... "Holaquetalcomoestás" y el tío va, y me lo cuenta. Cuarenta minutos de monocharla y entre palabra y palabra, me quedo con unas de ese vital y solitario amigo: "No Enrique, lo mejor no es decir nunca que te encuentras mal, si lo haces te lo quitan todo ... no te dejarán comer, ni beber, ni nada de pan tostado, ni siquiera huevos fritos ... un horror. No es bueno decirlo nunca ... antes muerto que enfermo".
Y mi amigo se quedó ahí, con su copa de vino, su pan tostado, su española y su zumo de naranja, sentado en la terraza del Ateneo esperando pescar a una nueva víctima. Por cierto... un día precioso.
Eres demasiado bueno. A mí eso me pone de los nervios. De todos modos, tu amigo hace bien, yo tampoco creo uqe pudiera vivir privándome de todo para alargar los años.
ResponderEliminarBesos y feliz domingo.
Es un puro intercambio, Celia ... él habla y yo escucho. Yo he estado muchos años hablando.
EliminarFeliz domingo
¡¡¡Telita!!! yo los llamaría "plastas"
ResponderEliminarRecalcitrantes, Tracy.
EliminarFeliz tarde
Un placer volverte a ver por mi blog
ResponderEliminartus historias son lindas puras
llenas de emociones.
me gusta la pelicula que haces con tu vida
Yo siempre la miro desde la primera platea