Hoguera lista para prenderle fuego en la verbena de San Juan - Barcelona antigua
Siempre que llega una verbena como la de anoche, me acuerdo, inevitablemente de esos años en que corríamos a esconder esa leña y muebles viejos que todos los vecinos nos aportaban para que pudiéramos montar nuestra Hoguera. Un día de ruidoso movimiento en torno a la fiesta del fuego nos llevaba de aquí para allá. Yo era de los pequeños, pero los mayores ya tenían trece o más, así que el día prometía y así se iban sucediendo todos los acontecimientos que la fiesta presentaba. Lo que más y mejor recuerdo es aquellos ojos preciosos, brillantes, mirando los dos hacia el fuego. Ella me abrazaba y me susurraba cosas al oído que nunca llegué a entender, pero seguro tendrían que ver con todos aquellos deseos que las Madres ponen en sus mensajes al destino cuando se enfrentan al fuego de la Noche de San Juan. Yo no me movía, ni podía, ni quería, estábamos unidos más que nunca, no quería que ese momento terminase nunca, sus labios en mi mejilla me anunciaba un brillante y feliz futuro al tiempo que me besaba en la frente .... "¿Mamá, que te pasa?" ... nunca hubo respuesta.
Era la noche de San Juan, eran esos momentos que tanto añoro y que tan feliz me hicieron siempre, alegría y añoranza de un tiempo que si no fue mejor, fue muy querido.
No sé si fueron mejores o peores ya sabes que depende del cristal de las gafas, pero el simple hecho de recordarlos ya nos dice que los vivimos y eso con querer acortarlos, olvidarlos o no, o añorarlos, ya es mucho. Hemos llegado hasta aquí y aún la banderola de la "Meta" sigue arriba. Pues eso ¡Arriba! Feliz descanso de tanto calor y fuego.
ResponderEliminarGracias amiga Paz, llegamos hasta aquí y aquí sigo recordando tantos y tantos momentos felices de mi vida.
EliminarFeliz domingo, amiga