28 agosto 2017
Atendiendo una amable petición de mis viejos, simpáticos, (y a veces groseros), amigos del Ateneo, voy a publicar aquí la Bloguería de hoy de mi cuenta en Wordpress que es hasta donde ellos alcanzan a leer, por lo que estaré encantado de saber si también son capaces de llegar hasta aquí aunque para ello resten tiempo a la lectura del Marca.
La chica de los zapatos rojos
28 septiembre 2017
- Ella se paró ante el escaparate donde estaban esos atrayentes y bellos zapatos rojos ... y empezó a soñar.
- Ella se vio encima del escenario de su vida luciendo unos hermosos zapatos rojos, cual siempre fue el sueño de su vida. Danzaba, lucía su esbelto cuerpo mientras todos la admiraban.
- De pronto, Él, envuelto en una aureola gris, ropa gris, cuerpo gris, zapatos grises ... y mano roja, como la del buen diablo, la cogió por la cintura y la hizo volar al ritmo del más bello cisne de Tchaikovski ... y se dejó llevar hasta el infinito por su ritmo, su deseo, y su dulce y enérgica forma de llevarla.
- A Ella, de pronto, un tímido ... "hola ... ¿Te gustan?", la rescató de su sueño ante ese cristal del escaparate.
- Él estaba ahí, era el chico del sueño, el bailarín que la hizo Cisne, el que la hizo sentirse la más bella del escenario de su vida de sueño.
- Ella lo miró sorprendida, atónita, y no supo que decir.
- Él, mostrando toda su tímida simpatía y un bonito guante rojo de trapo suave en su mano, le dijo ... " Disculpa, te vi desde dentro de la tienda y me dije ... esta chica ha visto algo que yo le puedo vender y como hoy es mi primer día de estudiante metido a vendedor de zapatos, pensé que esta linda chica va a ser mi primera clienta".
- Ella compró esos lindos zapatos rojos y, ambos, aun hoy, cincuenta y un años después y tras una larga y feliz convivencia, los siguen guardando y admirando cada día de ese mes de octubre en que se conocieron.
Enrique si le hubiera regalado los zapatos, hubiera sido como mas romántico, no crees?
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz día 1.O
Sí, así fue, Toni. El día uno de octubre, del 72, me casé con mi niña de siempre y, además, curiosamente, ese día, para desgracia nuestra, en otra época, ese día era el Día del Caudillo. Para nosotros ese es un gran día y siempre lo será. Gracias por tu adelantada felicitación.
EliminarHas hecho una Cenicienta del s.XXI
ResponderEliminarLo es y, para mi, lo sigue siendo, amiga Tracy.
EliminarFeliz viernes