jueves, 7 de septiembre de 2017

El Hombre de las Hamacas



07 septiembre 2017

- Recuerdo que cuando llevaba una vida profesional intensa, muy intensa, 5000 km al mes en coche y a toda marcha, llevando el control presencial de hasta seis provincias y complaciendo a mi querido jefe en Azca, la vida se me hacia corta, muy corta y las largas noches eran de sudor, trabajo y lo que sea o lo que fuere que no es lo mismo aunque lo parezca. 

- Pero cuando me entraba la "depre", lógica por esas fechas del Boom Inmobiliario 95/05, que era cuando el mundo del ladrillo se vendía hasta sin cocer, es decir se vendía toda casa que pusieras en un papel, sin necesidad de fabricarla, se vendía sobre plano, pero entonces cuando el bajón se ponía “interesante”, yo buscaba mis refugios.  

- Uno de ellos, quizás el mas querido, era sentarme encima del muro de la Playa de Las Arenas y mirando al mar me ponía a ver la dura labor que ejercía ese hombre que, sin parar, solo lo hacía para pitillear un purito, se pasaba las horas de aquí para  allá, por toda la playa próxima, mas negro que  un tizón, repartiendo hamacas, sonriendo a todo el mundo y hasta cantando sin parar. Cara altiva, gorrito de rallas azules y blancas y cara de estar mas feliz que un ocho. Yo, en aquellos momentos, le admiraba, quería sentirme como él, libre, sin jefes, sin responsabilidades importantes, sin problemas, sin, sin … sin nada por lo que tener miedo a que saliera mal. 

- Luego la vida me enseñó que esos ratos no se deben repetir en exceso y, especialmente, con ansias de victimizarte, pero que a mi me resultaron hermosos y muy aleccionadores. Pasar de la luz a la oscuridad, a veces, es solo cuestión de segundos, es como hacer  puenting sin cuerda.

- Si podéis, no dejéis de hacerlo, sentaros a ver pasar la vida sencilla, las cosas sencillas y los trabajos mas sencillos, a mi me sirvió siempre, es muy aleccionador, te das cuenta que hay vida mas allá de solo lo tuyo.


4 comentarios:

  1. Buenos días. Esos segundos que es lo que dura lo efímero, lo perecedero, lo fugaz y que quisiéramos congelar. Pero no es posible, tal vez para que los deseemos más. Y en eso debemos estar cuando todo pasa tan de prisa. Feliz jueves.

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  2. La vida pasa muy deprisa... Hay que intentar saborearla en cada momento...
    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Ese es un buen consejo, Ildefonso ... me apunto a ello.
      Saludos

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