Lo que saben las mujeres

22 octubre 2017:  

Hoy debe ser el día de ellas. Por donde voy me encuentro charlas del estilo que mejor va a mi maltrecha, que no inexistente, indolencia.

Ellas sí que saben, digo siempre por lo bajo cuando veo una discusión entre seres queridos de sexo contrario intentando llevar la razón y siempre que él no sea un pedazo de animal como el que me he encontrado en el Parking del Ambulatorio, que ocupando una plaza de minusválidos, sin serlo, me ha llamado más o menos de todo al, simplemente, anunciárselo.

Esas escenas que encuentro donde voy, no paran de lanzarme invitaciones a la retórica que pudiera establecerse a la hora de ensalzar la imaginación e inteligencia del denominado sexo débil.

Aquí voy a dejar un par de ellas, copiando, que es como mejor se aprende, un par de golosinas de mi archivo-e:

UNO - Lo que saben las mujeres

Un hombre llama a su esposa desde el trabajo y le dice:

Querida, el Jefe me encargó que lo acompañe a pescar a Canadá con algunos clientes muy importantes.

Nos vamos por una semana y ésta será una muy buena oportunidad para conseguir mi tan ansiada promoción.

No te olvides de meter suficiente ropa para una semana, además de la caña de pescar y la bolsa con los anzuelos, que cuando salga de la oficina lo paso a buscar...

¡Ah, y no te olvides de incluir mi pijama de seda azul!

La esposa piensa que esto suena un 'poquito' extraño y que era de lo más llamativo que necesitase un pijama tan lujoso para una excursión de pesca, pero como buena esposa hizo lo que su marido le pidió.

Una semana después regresa el marido, un poco cansado, pero contento.
La esposa le da la bienvenida y le pregunta: ¿Pescaste mucho?

¡Ufff!... - contesta él - No dejamos una trucha ni para muestra. Pero...

¿Por qué no metiste mi pijama azul, como te pedí?

Y la mujer le responde:

- Si que lo hice... lo puse en la caja de los artículos de pesca.

DOS - Ah, y una para feministas LÚCIDOS que hoy, por cierto, se ha llevado el premio al mejor correo-e recibido del día.

Le dice un hombre a su mujer:

"Te apuesto lo que sea a que no eres capaz de decirme algo que sea capaz de alegrarme y entristecerme a la vez"

A lo que ella responde:

"De tu grupo de amigos el que la tiene más grande eres tú".

 

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