26 mayo 2018
Yo, que, entre otros, era de The Kinks, Los Sirex y Teen Tops, anoche, tras la inevitable y siempre revitalizante conferencia de los viernes la nuit, me vi superado por las nostalgias a la hora mas ociosa y golfa de la cita. ¿Pero, Enrique, como te puede gustar esto? y esto, era un mix de Rumba Tres que junto a la alegría de la noche me emborrachó de nostalgia sobre perversas noches de marcha latina. “Ay, quien te ha visto y quien te ve, Enrique”, es lo que tienes que oír cuando esto sucede y la noche se va convirtiendo en toledana, pero no importa, no me arrepiento, ahora me gusta hasta el Raphael, que ya es decir. Si alguno de mis compañeros de marcha discotequera juvenil en los 60, en la Plaza Sanllehy, en la sala Stereo o en el San Carlos Club, jo, si me vieran ahora quizás dejarían de recordarme y/o de hablarme nunca jamás, pero nada importa, me lo pasé pipa. Os la dejo aquí para que veáis que la tentación es grande, ya veréis.
La música, amigo Enrique, siempre la música. Su poder evocador es enorme. Desde las cancioncillas de nuestra infancia que acompañaban nuestros juegos. La música de la juventud, de aquellos guateques inolvidables. Las canciones reivindicativas de los cantautores que nos iniciaron en la rebeldía....toda, toda música es válida. Desde una rumba hasta la más sublime sinfonía. Todo depende del momento, del estado de ánimo.
ResponderEliminarFeliz y musical fin de semana.
Feliz sábado amiga Conchita, me ha encantado tu forma de contar lo que yo mismo siento por la música. Escribes, (te expresas), de maravilla).
EliminarRepito, feliz día, y sé feliz, "es una orden"
A sus órdenes. Jaja
EliminarLo intentaré. Aunque si yo te contará...
Suena buena lo mismo que vos
ResponderEliminarQue facil es entrar en tu blog ahora
gracias mil
besos