21 enero 2021
-Hoy es el cumpleaños de una muy buena amiga que sufre en silencio, día a día, a veces con sus noches, pues su amado es médico y su hija es sanitaria de urgencias hospitalarias. Sufre porque apenas los ve, ellos están en el frente de esta guerra cruel en la que el mundo de la Sanidad se enfrenta hora a hora, segundo a segundo y sin descanso, contra la terrible COVID-19. Ella sufre por sus héroes y no tengo palabras para agradecerles a ellos, a los sanitarios, lo que están haciendo por todos nosotros, pero también quisiera tener palabras de agradecimiento y de consuelo para ella, regalándole una de esas canciones que tanto le gustan y que tan bien baila o bailaba, antes de esta cruel pandemia.
-Va por usted, querida amiga:
Por una cabeza, de un noble potrillo
Que justo en la raya, afloja al llegar
Y que al regresar, parece decir
No olvides, hermano
Vos sabes, no hay que jugar
Por una cabeza, metejón de un día
De aquella coqueta y risueña mujer
Que al jurar sonriendo el amor que está mintiendo
Quema en una hoguera
Todo mi querer
Por una cabeza, todas las locuras
Su boca que besa
Borra la tristeza
Calma la amargura
Por una cabeza
Si ella me olvida
Qué importa perderme
Mil veces la vida
Para qué vivir
Cuántos desengaños, por una cabeza
Yo juré mil veces no vuelvo a insistir
Pero si un mirar me hiere al pasar
Su boca de fuego
Otra vez quiero besar
Basta de carreras, se acabo la timba
Un final reñido ya no vuelvo a ver
Pero si algún pingo llega a ser fija el domingo
Yo me juego entero
Qué le voy a hacer
Por una cabeza, todas las locuras
Su boca que besa
Borra la tristeza
Calma la amargura
Por una cabeza
Si ella me olvida
Qué importa perderme
Mil veces la vida
Para qué vivir
